Page 225 - Mediavilla-C-Caligrafia
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Vesp<hJdnn A1n¡.>luarPo Grabado Pn matler,J
'lllt' 1lu~trd la canc•llere~ca. proredt>l11t' d1· ~l'
,!Jra OpPra ... Venecia. '554·
cunor. Parece que fue, efectivamente, un am¡¡nte impenitente. A este respecto, una
crónica petrarquizantc evoca el curioso emblema de Palatino, grabado como colofón
<.le su libro. En 1560, bajo el efecto de la Contrarreforma, la almusfera en Roma
parece volverse mucho más tensa, y la cancilleresca dejó de estt~r de moda. Además,
la llegada de Giovanni Francesco Cresci, calígrnfo milanés, no ayudó a mejnrar la
situación de Palatino. Cresci publicó ese mismo a1"1o su Essemplare di piu sorli
lettere.
Esta obra cayó como una ve1dadera bomba: por primera vez, Cresci presentó
·'1 la cancellaresca moderna o les1e9iMtn. Fácilmente reconocible, esta escritura se
caracteriza por la cxngeratión de los extremos superiores Lle las astas, que terminan
t!Jac "tfJJ9 h k en forma de gotas reJondas. Esta particularidad marca el fin de una época, entre el
siglo X"Vt y el inicio del XVII. En lo sucesivo ya no veremos la cancilleresca clásica.
Palatino intentó en Vilno polemizar con Cresci, pero tras algunas peripecia:., su
(m n O)j rjs)T proyecto de un gran libro sob• e la caligrafía 1 racasó, lo que le supuso el golpe de
gracia. En efecto, para llevar a cabo su idea de una obra de más de doscientas
!~vvz~ff páginas, con la que pensaba impresionar al mundo entero, Palatino no encontro ni
mecenas ni apoyo. Profundamente abatido, murió poco después de 1575 en Nápoles.
Ccmcellrm.>sm corsivu Descripción de la escritura cancilleresca
Hatl pasado más de cuatro siglos dl•sde la publicación del célebre tratado de Palatino
sobre la cancillere~ca, y nuestra escritura ele Lodos los días, la que hacernos a
a b e d ej j{g l1 t l m '' o bolígrnfo, aún es heredera directa de aquélla. La escritura nmcílleresca no ha
perdido por tanto ni un ápice de su juventud. Por ello hemos de conocerla con
detalle siguiendo ,11 v1ejo maestro en sus demostraciones. La altura de cuerpo de la
minúscula cancilleresca equivaJe a cinco anchos de pluma. Debe, por consiguiente,
superponerse cinco veces el ancho de la pluma para establecer su altura. La
_(l t t U V -:;' Z ~\.__, siguiente consideración es qnc las astas y los caídos deben rebasar la caja de renglón
por arriba y por abajo una medida igual a un cuerpo. Para trazar la cancilleresca, la
punta de la pluma debe formar un ángulo de 45" con respecto a la línea horizontal
Crmrellnn•sru formatn de escntura, y los gruesos descendentes deben formar un ángulo de 8° con la
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