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(Hernández, 2011). Es palpable que no puede haber post modernidad cuando no hay modernidad. Carlos mejías Para González, A. (2012), se puede entender la postmodernidad de tres maneras diferentes: Como un periodo histórico, como una actitud filosófica, o como un movimiento artístico. A pesar de que las tres perspectivas cuentan con talantes históricos, ideológica y metodología diferente, comparten las ideas que aseveran por un lado que, la renovación radical de las formas tradicionales en el arte, la cultura, el pensamiento y la vida social impulsada por el proyecto modernista, que decayó en su intento de alcanzar la emancipación de la humanidad, y por otro que un proyecto semejante es imposible o inalcanzable en las condiciones actuales. Estas consideraciones, aparentemente fútiles, alcanzan importancia cuando se examina la postmodernidad para los países hispanoamericanos, cuando distintos autores expresan que este proceso no ha alcanzado una expresión análoga en distintos países de este hemisferio. En palabras de Valdés (2005), asevera que: “Nada nuevo bajo el sol, teorías y teorías enrevesadísimas. Para entenderlas hay que vivir en las ciudades industrializadas, y uno está aquí, de bestia, esperando, esperando, esperando la carroza... la del carnaval o la fúnebre...” (p.160). Esto en referencia al gran auge que se experimenta del movimiento del postmodernismo en los países desarrollados respecto a los hispanoamericanos. Carlos mejías Se considera a Friedrich Nietzsche como el precursor del pensamiento posmoderno, quien proclamó la muerte de Dios que significa, además, la muerte de la razón y de la metafísica. La ilustración pregonaba a la razón como motor de la historia, pero para Nietzsche lo verdaderamente real es el instinto. El mundo es desentrañado por este filósofo mediante un perspectivismo, el conocimiento es siempre pluralista, está conformado por diversos puntos de vista. 298