Page 7 - VALORES DE 1º ESO
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Raquel Hinojosa Sánchez 1ºESO-C
Adriana era una chica de 12 años, con un problema porque de pequeña tuvo un accidente donde
perdió movilidad en las piernas, es decir, podía moverlas, pero no podía estirarlas por completo.
La movilidad perdida podía recuperarla haciendo deporte. Su mayor deseo era ir a las
olimpiadas de atletismo.
El primer día de instituto Adriana estaba nerviosa, pues llevaba poco tiempo en la
ciudad, ya que se había mudado porque su padre tenía un nuevo trabajo.
Al llegar al instituto Adriana vio a una chica en las taquillas que le dijo:
-¿Eres nueva por aquí?
- Sí, llegué el otro día. ¿Te gustaría ser mi amiga?- dijo Adriana.
- Pues claro. Me llamo Julia, ¿tú cómo te llamas?
- Me llamo Adriana, encantada de conocerte.
- ¿Cuál es tu mayor deseo?- preguntó Julia.
- Siempre he deseado practicar atletismo, pero me da vergüenza porque tengo un
problema en las piernas que me impide estirarlas completamente, entonces al correr la
gente se ríe de mí.- le explicó Adriana.
- ¿Y ese problema se cura?- preguntó Julia.
- Sí, si practico mucho deporte, pero me da mucha vergüenza apuntarme a clases de
atletismo.- respondió con desilusión Adriana.
-¡Yo podría ayudarte!-dijo Julia
- Vale y ¿cuándo empezamos?- preguntó Adriana muy contenta.
- A partir de la semana que viene daremos una hora diaria sin descanso hasta recuperar
toda la movilidad.- contestó Julia.
De repente sonó el timbre y cada una se fue a su clase.
Llegó el día y Julia, que era una chica muy agradable y abierta a todo el mundo empezó
a dar las clases de atletismo a Adriana. Empezó por enseñar a correr a Adriana, pero se caía
constantemente. Tardó en aprender varias semanas, pero lo consiguió con el apoyo de Julia
que siempre estaba ahí para lo bueno y lo malo, ya que se habían hecho mejores amigas.
Después llegaron los saltos que le costaron meses aprender.
Al aprender todo esto Adriana había recuperado totalmente la movilidad y por fin podía
apuntarse a unas clases de atletismo.
Adriana comenzó las clases y se fue formando poco a poco. Después de 10 años con el
apoyo constante de sus padres, y sobre todo de Julia, además de su esfuerzo y dedicación,
Adriana fue una atleta de élite y ganó las olimpiadas, cumpliendo así su gran sueño.