Page 459 - El Retorno del Rey
P. 459
de tener una función clara en las lenguas Eldarin; y las letras que representaron
vocales derivaron en amplia medida de estas mismas letras.
NOTA
El deletreo normal del Quenya divergía de las aplicaciones de las letras aquí
descritas. El grado 2 se utilizaba para las combinaciones nd, mb, ng, ngw,
frecuentes todas, pues b, g, gwaparecían sólo en ellas, mientras que para rd, ld, se
utilizaban las letras especiales 26,28. (Para lv, no para lw, muchos hablantes,
especialmente Elfos, utilizaban lb: esto se escribía con 27 + 6, pues lmb no podía
darse nunca.) De modo similar, el grado 4 se utilizaba para las combinaciones
extremadamente frecuentes nt, mp, nk, nqu, pues el Quenya no tenía dh, gh, ghw,
y para v se utilizaba la letra 22. Véase más adelante la denominación de las letras
Quenya.
Las letras adicionales. Nº 27 era normalmente utilizada para representar la l.
Nº 25, en su origen una modificación de 21, se utilizaba para representar una r
« plenamente» vibrante. Los Nº 26,28 eran modificaciones de éstas. Se utilizaban
con frecuencia para representar las sordas r (rh) y l (lh)respectivamente. Pero
en Quenya se las utilizaba para rd y ld. 29 representaba s, y 31 (con rizo
duplicado) z en las lenguas que eran necesarias. Las formas invertidas 30 y 32,
aunque podían utilizarse como signos independientes, en general se utilizaban
como meras variantes de 29 y 31, de acuerdo con la conveniencia de la
escritura, v. g., se usaban mucho acompañando a tehtar superpuestos.
Nº 33 fue originalmente una variación que representaba cierta variedad (más
débil) de 11; en la Tercera Edad se la utilizó principalmente para representar la h.
34 se usaba sobre todo (si se la usaba) para representar una w sorda (hw). 35 y
36, cuando se las usaba como consonantes, se las aplicaba sobre todo a la y y la
w respectivamente.
Las vocales se representaban de modo diverso por tehtar, habitualmente
colocados sobre la letra consonántica. En lenguas como el Quenya, en la que la
mayor parte de las palabras terminan en vocales, el tehtar se ponía encima de la
consonante precedente; en las semejantes al Sindarin, en que la mayor parte de
las palabras terminan en consonante, se colocaba en la consonante siguiente.
Cuando no había consonante alguna en la posición requerida, el tehta se ponía
sobre el « breve portador» , una de cuyas formas comunes se asemejaba a una i
sin punto. Los tehtar utilizados en las diversas lenguas para representar las vocales
eran abundantes. Los más comunes, habitualmente aplicados a (variedades de) e,
i, a, o, u se muestran en los ejemplos dados. Los tres puntos, la forma más
frecuente de representación de la a, se escribían de diversos modos en la