Page 57 - Illuminati
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Rothschild, pionero de la saga, constituyó desde el principio el mejor
                                                                                 ejemplo de este tipo de banca. Meyer nació en 1743 e instaló su primer
                                                                                    negocio financiero en la ciudad germana de Frankfurt am Main, su ciudad
                                                    además una pose cosmopolita, una proyección social y un interés
                                                       exagerado en asumir las deudas de los distintos gobiernos, por lo que se
                                                                           La casa Rothschild, fundada por Meyer Amschel, apodado
                                                                                       natal. Hijo del banquero y orfebre judío Moisés Amschel Bauer, el origen
                                                                                                    alemán rot es “rojo” y schild significa “escudo”). La tradición considera el
                                                                                                       rojo como una tonalidad solar, vivificante, fortalecedora y de carácter
                                                                                                          del primer Rothschild y hasta la
                                                                                          de su famoso apellido hay que buscarlo en el sobrenombre por el que todo
                                                                                              el mundo le conocía en la ciudad, debido a que en la fachada del edificio
                                                                                                 donde tenía instalado su negocio colgaba un escudo de color rojo (en
                           cantidad adelantada y en el tiempo pactado, se podía cortar su financiación
                              a la vez que se incrementaba la línea de crédito al segundo, dándole a
                                 entender que dispondría de todo lo que necesitara para destruir a su rival.
                 aspirante al mismo trono, un monarca rival o incluso al mismo enemigo al
                     que se enfrentaba en la lucha para la que había pedido previamente el
                        dinero. De esta manera, en caso de que el primero no devolviera la
                                    De paso, se fidelizaba también al enemigo del rey. En ocasiones, era
                                                 determinadas familias de banqueros. Durante el siglo XIX, éstas adoptaron
                                              Esta doble estrategia se perfeccionó hasta constituir la marca distintiva de
                                        preciso financiar a terceros y hasta cuartos elementos factibles de entrar en
                                           el juego para asegurarse de que éste terminara con el deseado beneficio.
                                                           les acabó conociendo como “banqueros internacionales”.



                                                                    El color de la revolución             positivo, pero, a partir de la época













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