Page 41 - El libro de Enoc
P. 41
Capítulo 21
Después volví hasta donde todo era caótico;
y allá vi algo horrible: no vi ni cielo en lo alto ni tierra firme
fundamentada, sino un sitio informe y terrible.
Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían grandes
montañas ardiendo como fuego.
Entonces pregunté: «¿Por qué pecado están encadenadas y por
qué motivo han sido arrojadas acá?».
Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba, me
dijo: “Enoc ¿por qué preguntas y te inquietas por la verdad?
Esta cantidad de estrellas de los cielos son las que han transgredido
el mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí hasta que
pasen diez mil años, el tiempo impuesto según sus pecados.
Desde allí pasé a otro lugar más terrible que el anterior y vi algo
horrible: había allá un gran fuego ardiendo y flameando y el lugar
tenía grietas hasta el abismo, llenas de columnas descendentes de
fuego, pero no pude ver ni sus dimensiones ni su magnitud ni haría
conjeturas.