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pasaje y lo desarrollamos. Cada mes tocamos un tema diferente. Esto facilita mucho
la tarea al plantador, ya que no necesita buscar el sábado sobre qué tema va a predicar
el domingo.
En tercer lugar, se encuentra la administración. A esta tarea debe dedicar unas 10
horas si está dedicado a tiempo completo y 2 horas, si es bivocacional. La administra-
ción comprende la secretaría, la funciones de cada uno.

Y por último, se puede dedicar al ministerio unas 15 horas por semana, cuando se
está a tiempo completo y 3 horas si es bivocacional. Comprende la ministración a la
gente. Puede ser: discipulado, visitación o cuidado.

Así que, si sumamos, son 10 horas semanales para la persona con dedicación bivoca-
cional, y 50 horas, si se encuentra a tiempo completo. Pero, no pienses que es como
un trabajo, desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, si piensas así, el
ministerio no es para ti, porque es mucho más que un horario marcado. El ministerio
es a tiempo completo, y más allá del tiempo completo.

La iglesia en San Justo comenzó, como todas las otras, en una tienda de campaña
en un sector de una la propiedad que nos prestaron. Recuerdo el día de la primera
reunión, todo estaba listo, un equipo había llegado para ayudar; mientras iba de viaje
para allí (San Justo está a una hora al norte de nuestra casa en Santa Fe) para predicar
en ese primer servicio, hubo una tremenda tormenta. Pensé que nadie vendría, pero
el Señor trajo a Norma y esa noche ella aceptó a Cristo. Se comprometió con el Señor
y se sumó a la nueva congregación.

Con el tiempo, pudimos comprar un terreno y colocar la tienda de campaña. Tu-
vimos varias actividades de alcance a la comunidad que resultaron muy positivas.
Un día, mientras volvíamos de un viaje, le mostré la nueva iglesia en San Justo a un
equipo de hermanos de los Estados Unidos que habían venido para ayudar en
trabajos de construcción.

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