Page 7 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—¿En serio? Huh. Eso habla bien de ti —mirando fijamente la pieza del equipo,
el bajito y rechoncho goblin la golpeó sólidamente.
—Ja ja, muy gracioso —Kezzig se quejó—, no, lo digo en serio.
Jixil suspiró, se movió a otra roca y comenzó a escanearla
—Todos odiamos éste lugar, Kezzig.
—No, lo digo en serio. No estoy hecho para éste ambiente. Solía trabajar en Cuna
del Invierno. Soy el tipo de goblin amante de la nieve, que se acurruca contra el fuego,
muy alegre.
Jixil le lanzó una mirada fulminante
—¿Entonces qué sucedió para que vinieras aquí a molestarme en lugar de
quedarte allá?
Kezzig hizo una mueca sobándose la parte posterior del cuello.
—La pequeña señorita Lunnix Sprocketslip sucedió. Verás, estaba trabajando en
su tienda de artículos de minería. Solía salir como guía para el visitante ocasional de
nuestra pequeña y acogedora aldea de Vista Eterna. Lunny y yo casi… sí —él sonrió
nostálgicamente por un momento, después frunció el ceño—. Entonces ella va y se enfada
conmigo cuando me vio cerca de Gogo.
—Gogo —Jixil repitió con voz monótona—. Cielos. Me preguntó por qué Lunnix
se enfadaría porque estabas pasando el tiempo con una chica llamada Gogo.
—¡Lo sé! Dame un respiro. Puede ser muy frío ahí. Un hombre debe acurrucarse
cerca del fuego de vez en cuando o se congelará, ¿cierto? De cualquier modo, ese lugar
de pronto se volvió más caliente que aquí a medio día.
—No tenemos nada aquí —dijo Jixil. Obviamente había dejado de prestar
atención a la descripción de Kezzig sobre su drama en Cuna del Invierno. Suspirando,
Kezzig levantó el gran equipo, lo echó fácilmente sobre sus hombros y lo llevó al lugar
en donde Jixil esperaba resultados favorables. Kezzig dejó que el equipo cayera en la
tierra y llegó el sonido de sus delicadas piezas chocando peligrosamente unas con otras.
—Odio la arena —prosiguió—. Odio el sol. Y, oh cielos, de verdad, en serio odio
los insectos. Odio los pequeños insectos porque les encanta arrastrarse dentro de tus orejas
y dentro de tu nariz. Odio los insectos grandes porque, bueno, son insectos grandes. Es
decir, ¿quién no odia eso? Es como una especie de odio universal. Pero mi odio particular
quema como la luz de mil soles.
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