Page 257 - Biblia el Unico Dios
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29 como me han dejado los hijos de Esaú que habitan en Seír y los moabitas que habitan en Ar, hasta cruzar el Jordán para ir hacia la tierra que nos da el Señor ».nuestro Dios )יהוה(
30 Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por allí porque el Señor tu Dios le había empedernido el espíritu y endurecido el corazón, a fin de )יהוה( entregarle en tus manos, como lo está todavía hoy.
31 El Señor (יהוה) me dijo: «Mira, he comenzado a entregarte a Sehón y su territorio; empieza la conquista, apodérate de su territorio.»
32 Sehón salió a nuestro encuentro con todo su pueblo, y nos presentó batalla en Jahás.
33 El Señor (יהוה) nuestro Dios nos lo entregó y le derrotamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.
34 Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema toda ciudad: hombres, mujeres y niños, sin dejar superviviente.
35 Tan sólo guardamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades tomadas.
36 Desde Aroer, al borde del valle de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; El Señor (יהוה) nuestro Dios nos las entregó todas.
37 Únicamente respetaste la tierra de los amonitas, toda la ribera del torrente Jaboc y las ciudades de la montaña, todo lo que el Señor (יהוה) nuestro Dios había prohibido.
Deuteronomio 3
Israel derrota a Og rey de Basán
(Nm. 21. 31- 35)
1 Luego nos volvimos y subimos por el camino de Basán. Og, rey de Basán, salió a nuestro encuentro con todo su pueblo y nos presentó batalla en Edreí.
2 El Señor (יהוה) me dijo: «No le temas, porque yo le he entregado en tus manos con todo su pueblo y su tierra. Harás con él lo que hiciste con Sehón, el rey amorreo que habitaba en hesbón.»
3 El Señor (יהוה) nuestro Dios entregó en nuestras manos también a Og, rey de Basán, con todo su pueblo. Le derrotamos hasta no dejarle ni un superviviente. 4 Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades; no hubo ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la confederación de Argob, reino de Og en Basán,
5 plazas fuertes todas ellas, con altas murallas, puertas y cerrojos; sin contar muchas otras ciudades que no tenían murallas.
6 Las consagramos al anatema, como habíamos hecho con Sehón, rey de Hesbón: anatema a toda ciudad: hombres, mujeres y niños;
7 aunque guardamos como botín todo el ganado y los despojos de estas ciudades. 8 Así tomamos entonces, de mano de los dos reyes amorreos, la tierra al Este del Río Jordan, desde el torrente Arnón hasta el monte Hermón
9 (los sidonios llaman al Hermón Sirión, y los amorreos lo llaman Senir):