Page 33 - 100 años P. Cándido
P. 33

He de reconocer que, por mi personalidad me cuesta

                                     poco asumir el rol de periodista y comunicador, por lo
                                  que, además de sentirme muy a gusto participando en la
                                   realización de este material, experimenté una fuerte re-

                                    vitalización de mi vocación religiosa, al saber que, Dios
                                  nos convoca a vivir desde Él, al estilo de Jesús, y de otras

                                   personas, como el P. Cándido, que supieron responder a
                                                             los ideales del Reino.

                                        En las vísperas de mi primera profesión religiosa, me

                                    siento motivado, comprometido, iluminado a través de
                 este trabajo, a seguir el legado de los hermanos que nos han precedi-
                 do. Es una tarea difícil, sobre todo, por la realidad del mundo de hoy,

                 pero, ellos mismos, y ahora en concreto el P. Cándido, me hacen des-
                    cubrir que todo es posible, si nuestra confianza está puesta en el

                                                   Dios amoroso que no nos deja solos.

                 Roberto







                Creo que muchas veces hemos pasado por

         desapercibido el gran trabajo que han hecho los
       religiosos que nos han precedido, por eso, es digno

        de admirar cómo este gran hombre, nos enseña a
          las nuevas generaciones, cosas nuevas, que en
          ocasiones, ni siquiera hemos pensamos hacer.

        Asimismo, hace que mi vocación y ser amigonia-
       no, tomé un nuevo impulso. Esto, fortalecidas con

         las palabras tan significativas que nos dicen los
                     testimonios, y que él mismo nos dejó en sus escritos.

               Para mí, una frase muy importante que dice en una de sus homi-

        lías es: “No se trata de hacer cosas grandes, se trata de hacer grandes
          todas las cosas”. Esta aseveración, me permite ver a un hombre con
          una espiritualidad bien empapada de Cristo, que nos impulsa a ser

       santos desde las cosas más pequeñas que realicemos y sobre todo, a va-
                  lorar lo que Dios nos provee sin que se desperdicie nada.



                                                                                                       Alan



                                                             33
   28   29   30   31   32   33   34   35   36