Page 4 - SERES - MAYELA
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Un día escuchó del viento que habitantes de antiguas civi-   Ella percibió el tambor de la ceremonia.
 lizaciones habían llegado con pieles claras y almas sombrías.   Él la tomó de la nuca, acarició en el cuello el nacimiento

 Ella lo descubrió una tarde en que, sentada en su piedra de   de su cabello y acercó su fina boca a los labios de cacao.
 pensar, la vio uno de esos “civilizados”.  Inmediatamente se
 cautivó de su belleza. En su continente no existían mujeres   Todo fue silencio en las sierras,

 así, por lo que no esperó que el sol alargara su sombra para   el piar se desvaneció,
 embriagarse con su propia bravura e insolencia cristiana.

                      la brisa detuvo su camino,

 Él se acercó lentamente.   las hierbas retuvieron  la respiración.

 Ella ya lo había olido. Lo esperaba.

                      Ella le recorrió la serpiente de su espalda, desde la base al
                  cielo y notó que subía con decisión. En su tribu todo estaba
 Cuando se descubrieron  se miraron a los ojos,   permitido,  era la pura manifestación del complemento de los

 eclipsaron marrón tierra con celeste cielo.   opuestos.

 La sierra se estremeció,  las aves volaron  a sus ramas.
                      El la inclinó sobre la concavidad de una roca, tibia por el
                  calor del sol. Fueron fuego y decisión. Cada proximidad era
 Él le acarició la mejilla, tomó un mechón de su pelo y lo   más rica que la anterior. El entraba a un misterio,  ella recibía

 olió con éxtasis.   otro. Ambos vibraron juntos con sonidos que hicieron volar

 A ella se le erizó la piel, como aceptación al acercamiento,   más lejos aún a las aves que observaban.
 ese era su lenguaje.

 Él entendió.         Las ramas mensajeras de nuevas buenas y de las otras,

                      esperaron, pronto habría algo para contar.
 Con picos curiosos, y pasitos cautelosos, las aves buscaron   ¿romance o tragedia?

 sus nidos.           Había que esperar y mirar con ojos que duelen.
 Los peregrinos se refugiaron  junto a los troncos donde las

 ramas se hacen más gruesas y seguras.      Él sintió el ardor insoportable del centro de la tierra.

                  La retrospectiva fue veloz, el mundo se despojó de barcos,
 Ella cerró los ojos para verlo mejor y tocó su pecho con   casas, personas,  fue frio, calor, gas, chispa.  Por un instante
 la yema de los dedos, por  entre su atuendo de hilado   conoció los arcanos ocultos que dieron origen al planeta,

 desconocido.     conoció el verdadero  génesis de la galaxia  y que todas las

 Él se dejó.      religiones eran falsas.





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