Habito en el mundo
de los sueños,
sin sol,
sin luna,
sin estrellas...
deambulo sus calles vacías y
ansioso me detengo
frente al laberinto de las ilusiones,
observo al amor:
esquivo,
satírico,
y sordo
a las súplicas del corazón,
que llora perdido
en la jungla del dolor...