Mis vetustos recuerdos
remontan frustrados
la brisa cernida
de un tomado oscuro
de caricias pérfidas
que ahondan sin fin
con la daga indómita
del infiel cariño
un mar de amargura
que ondeante se anida
en mi pecho endeble
y quizás
me arrastre
como un prometeo
por la triste vida.