Page 11 - Libro-BK-copia-c (5)
P. 11
por lo menos conté con la suerte de tener un puesto para
sentarme sin tener que pasar la vergüenza de salir a conseguir
una fuera del salón para luego entrar y volverme a topar con la
mala cara del profesor, cuando llego al bendito puesto, adivinen?
Por supuesto, lo entendí todo, a penas me percaté de que era
justo el último puesto, en el rincón del salón donde justamente
caían las gotas de la helada agua que botaba un viejo aire que
apenas enfriaba y hacía un ruido con el que dudaba poder
concentrarme, solo podía pensar en la suerte que no tenía, ya no
me podía sentir peor, cuando escucho aquello gruesa y ronca voz
con un tono altanero y sarcástico se dirigió a mí: -cuánto tiempo
más tendremos que esperar para seguir con la clase que además
interrumpió?
Ese momento donde gritas en lo más profundo de tu ser:
¡trágame tierra y escúpeme lejos de aquí! Ya era imposible
sentirme más ridiculizada, más primípara que todos los 54
primíparas; Sí eran muchos para un solo salón, pero nada raro en
una universidad pública, se encontraban clavándome su mirada
de pena ajena y otros de burla, pero ya que más podía hacer, en
medio de todo eso , no fui siquiera capaz de dar media vuelta y
darle la cara al profesor para no aterrorizarme más con su
aspecto rudo, me quedé callada, mientras me doy cuenta que la
persona que se encontraba al lado del bendito asiento, saca un
pañuelo y seca la silla. Dirige su mirada hacia mí y me dice -
ruédala un poco para que te puedas sentar sin mojarte, a lo que
callada y asombrada hago caso omiso. Sentí por fin terminar con
ese bochornoso suceso, inmediatamente le devuelvo su pañuelo
y aprovecho para agradecerle, a lo que ella simplemente sonrió.