Page 21 - Degrelle, Leon - Historia de las SS Europeas
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inflación, de lo que ganaba antes de Hitler y,
consecuentemente, su nivel de vida era alto.
Incluso Churchill, el anti- alemán más fanático de todos ellos,
había enviado en 1938 - un año antes de la guerra- una carta a
Hitler en la que le escribía: "Si alguna vez Gran Bretaña cayese
en un desastre comparable al que afligió a Alemania en 1918, le
pediría a Dios que nos enviara un hombre con la fuerza y con el
carácter de vuestra Excelencia." ("If ever Great Britain was
plunged into a disaster comparable to the one that afflicted
Germany in 1918 I would ask God that He should send us a
man with the strength and the character of your Excellency.").
El "Times" de Londres reprodujo esta curiosa afirmación.
Amigos o enemigos, todos reconocieron que Hitler era un
Hombre de genio excepcional. Sus logros constituían la envidia
del mundo. En cinco cortos años había reconstruido a una
Nación en bancarrota, cargada de millones de desocupados, y la
había convertido en la potencia económica más fuerte de
Europa. Fue tan fuerte que, aquél pequeño país que era
Alemania, resistió durante seis años una guerra contra todo el
mundo.
Churchill mismo reconoció que nadie en el mundo podía
mostrar un éxito similar. Justo antes de la guerra afirmó: " Pero
Churchill recibió otras instrucciones. El "establishment",
temeroso de que los éxitos de Hitler pudiesen extenderse a
otros países, estaba determinado a destruirlo. Creó el odio
hacia Alemania por toda Europa fomentando viejas reyertas.