Page 204 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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los cuatro confines de la tierra peruana, los cuales antes de que
aquello ocurriese habían dado muestra de su pericia en Tiahua-
naco, Cuélap, Chavín y otros veinte lugares del territorio del fu-
turo Tahuantinsuyo artesanos cuya pericia no improvisada sino
;
fundamental, no cabe poner en duda.
La condición federal de la ciudad y de su territorio inme-
diato no ha sido comprendida, como debiera, por los historiadores.
El mismo Garcilaso, a fuer de discípulo del clasicismo latino
no obstante su condición de inga, vió en el Cuzco una suerte de
Roma andina, cabeza de un imperio cuyos rasgos acabaron por
asumir en su cerebro, sin él advertirlo, los caracteres del mundo
romano.
Ante una crítica exigente la ciudad del Cuzco fué una muy
distinta cosa.
Ella fué la capital federal, no precisamente de un imperio
unitario y compacto, como el romano, sino de una poderosa con-
federación de aillos brotados de cuatro abolengos históricos, los
cuales reconocían por cuna las cuatro secciones de un vasto terri-
torio llamado desde sus comienzos a una organización federal.
Perteneciendo la dicha urbe, a un mismo tiempo, a las cuatro
colectividades brotadas de los dichos cuatro abolengos fundadores,
aquéllas poseyeron en su recinto sus propios barrios, por los cua-
les, sin salir de su propia heredad se comunicaban por caminos
propios, con sus respectivos suyos; razón por la cual, sin perte-
necer a ninguna de ellas en particular, a todas pertenecía, en
general.
Si se toma en cuenta el hecho de que la Colonia, al dividir
en provincias y partidos el territorio del virreinato, para los fines
de una acertada administración, tuvo el acuerdo de respetar las
antiguas circunscripciones imperiales “calcando sobre ellas sus
propios corregimientos”, cabe pensar que el territorio federal del
Cuzco ocupó durante la época incana un trecho de doce o catorce
leguas de diámetro, que fué el ocupado por el corregimiento del
Cuzco de españoles.
En otras palabras: el corregimiento del Cuzco de la época