Page 59 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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SALVADOR BORREGO

                RUPTURA CON  LA ALTA        Aparentemente influido por
                FINANZA  INTERNACIONAL      las teorías del Dr:· Karl Lueger,
                entre otros, Hitler consideraba a los negociantes israeli-
                tas como representantes típicos del liberalismo econó-
                mico y político.  Decía  que ese sistema encerraba mu-
                chas trampas, que en el fondo eran especulación, y pro-
                hibió que los judíos participaran en la vida financiera-
                económica de Alemania.
                  Eso equivalía a una ruptura con la alta finanza inter-
                nacional, cosa que precisamente Schacht se empeñaba
                en que no  ocurriera,  alegando  que  dichos  nexos  eran
                imprescindibles.  Pero  Hitler  decía  que  al  admitir tales
                nexos "se queda continuamente frente a la amenaza: 'si
                     no hacéis esto, entonces apretaremos la cuerda; si
                     no hacéis  lo  otro,  tiraremos por este lado de  las
                     riendas; si no hacéis lo de más allá, cerraremos el
                     grifo, etc."
                  En uno de sus discursos más violentos sobre el parti-
                cular, antes de llegar al poder, dijo:  "Mi sentir cristiano
                     me obliga a combatir por mi Señor y Salvador. Me
                     obliga  a  luchar por  el  hombre  que,  antaño  solo,
                     rodeado únicamente de  unos cuantos discípulos,
                     conoGió  a  estos  judíos y llamó  a  la  lucha  contra
                     ellos; al hombre que,  realmente Dios, no fue  más
                     grande como sufridor que lo fuera como luchador.
                     Llevado de un amor sin límites como cristiano, leo
                     el pasaje que nos dice cómo el Señor reaccionó fi-
                     nalmente y cogió el látigo para expulsar del  tem-
                     plo a los usureros, a la raza de víboras. Pero hoy, al
                     cabo de dos mil  años, lo que me hace sentir más
                     emoción y reconocer con mayor fuerza la tremen-
                     da  lucha del  Señor para liberar el  mundo del ve-
                     neno judío, es el hecho de que tuviera que pagarlo
                     desangrándose en la cruz".  (12,  IV,  1922).
                  Schacht menciona en sus "Memorias" cómo se empe-
                ñó en cambiar ese criterio de Hitler.  Durante un breve
                viaje  por mar le entregó personalmente un memorán-
                dum  (mayo de  1935)  en el que le refería la mala impre-



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