Page 60 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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ARMA ECONOMICA

                 sión que causaban en el extranjero las leyes de Nuremberg
                 (que excluían a los judíos de diversas actividades finan-
                 cieras).  Y terminaba  diciéndole:  "Recordemos  la  frase
                 de Schopenhauer:  'si le pisan en un pie  a  un judío en
                 Francfort, toda la prensa judía, desde Moscú a San Fran-
                 cisco, levanta vivas manifestaciones de dolor".
                    Le tomó bastante tiempo a Schacht conocer realmen-
                 te a Hitler y darse cuenta de que no lo podía "encauzar",
                 pese a que le exponía muchos argumentos económicos.
                 Al  respecto,  dice en sus Memorias que  Hitler no com-
                 prendía la ciencia económica, y agrega: "Hitler no gozó
                      de  una suficiente  educación  escolar,  pero  poste-
                      riormente leyó mucho, adquirió muchos nuevos co-
                      nocimientos y los usaba todos con gran virtuosis-
                      mo durante todas las discusiones y conferencias.
                      No cabe duda de que en cierto modo fue  un hom-
                      bre genial. Tenía ideas que no se le ocurrían a na-
                      die más y de las que se servía, gracias a una sor-
                      prendente sencillez y en ocasiones gracias a una
                      brutalidad  desconcertante,  para  superar  las
                      dificultades con las que se enfrentaba. Era un psi-
                      cólogo de masas de una cualidad realmente dia-
                      bóliCa. Era un hombre de una energía indomable,
                      de una voluntad capaz de superar todos los obs-
                      táculos".  ' 1  1
                   Schacht agrega que desde  1935, cuando se empezó
                 a crear el nuevo ejército, "traté siempre en todas las
                 reuniones  ministeriales  de  retrasar  y  limitar  el
                 rearme".  Para  debilitar  la  economía  insistió  en  que
                 fueran  canceladas  las  letras  de  cambio  "Mefo",  pero
                 Hitler se opuso.
                    También refiere Schacht que, al no poder modificar la
                 política de Hitler,  empezó a visitar a diversos oposito-
                 res,  tanto dentro de  Alemania  como en  el  extranjero,
                 con vistas a eliminar a  Hitler.  Sobre esto tenía pláticas




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                 < Memorias. Schacht. A.  H. R.- 1954. Pags. 505 y 509.
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