Page 334 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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fio EL ORINOCO ILUSTRADO,

                              buelven á fus cafas , celebrando con mucha

                              alegría el que no fe huvieffc aufentado ; y

                              es cofa rara el que dexan en olvido fu tra>


                               bajo , ni pienfan mas en íembrar, ni culti¬
                               var la tierra prevenida para la fementera de


                               la Luna , harta que con el tiempo llega la

                               hora de otro elcypfe , y la pena , y dolor
                     i
                               de fu defcuido , la turbación , fobrefalto , y

                               la nueva aplicación al trabajo , tan infructuch

                               fo, y vano , como los antecedentes.

                                       No fé , que íe pueda hallar imagen mas
         Símil acia lo
                                viva de la infru&uofa , y vana penitencia,
          mxoísL
                                que por Quarefma emprenden los mal acof-

                                tumbrados , que íolo, dura mientras oyen el

                                peligro gravifsimo en que eftán , y luego fe

                                echa todo en olvido harta la Quarefma fi-

                                guiente , en que al oír las,verdades del EvatH

                                gelio , entran en nuevo fobrefalto , y temor;

                                 pero todo fin fruto. 1

                                        Mas prudencia gañan las Indias Oiomacasi

           Ksaomacos que fus maridos durante el eciyíe de Luna:

           ¿uráte el eclip toman ertos arrebatadamente fus armas, dan

                                 carreras , y gritos deícompaílados , aporrean

                                 las flechas contra los arcos, en feñai de in¬

                                 dignación , ruegan , piden , y (aplican a la?

                                  Luna, que no fe muera; y como por mas

                                  que fe apuren, ella va menguando, y des¬

                                  caeciendo fenfiblemente , viendo que no fe

                                  da por entendida , corren á fus cafas, repte-,

                                  he nejen agriamente a fus mugeres , porque

                                  no fe apuran , ni lloran la enfermedad de ¡a

                                  Luna ; pero ellas ni aun por eflo fe dan por

                                  entendidas, ni aun reíponden palabra a fus


                                                                        ■>! ' ma-
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