Page 375 - I. Origen de los indios de Amrica. II.Origen y civilization de los indgenas del Peru
P. 375
NOTAS FINALES 361
escritos tienden especialmente á .dar luz j conocimientos á
los ignorantes, ala masa del Yulgo: para esta masa del yoI-
j^o, es que escribimos, j no para los eruditos. Sépalo así
nuestro talentoso émulo, que también es amigo nuestro j á
quien tampoco pretendemos ofender con estas líneas.
Por lo demás, las impugnaciones que nuestro ceúsor ha-
ce de nuestros estudios, no nos arredran, porque, como ja lo
dijimos, asístenos la conciencia de que al habernos dedicado
modestamente á la tarea de escribir algunas obritas, no ha si-
do con la pretensión de conseguir fama de literatos, ni menos
de cientiñcosy sabios, sino que hemos ¡sido impulsados á ello,
únicamente, por el justo deseo de ser útil, en alguna manera,
á la clase desintelect^alisada, y, principalmente, contribuir,
con nuestro humilde contingente, á la ilustración de la masa
inculta de este país, en obsequio de la inmensa gratitud
nuestra por la hospitalidad que hemos recibido en el priyi-
legiado suelo del Perú. Y decimos esto, porque, apenas lo pi-
samos y comenzamos á estudiarlo, nos cautiTÓ de tal ma-
nera su interesante historia antigua, que nos dedicamos á
iuTCStigar sus hechos culminantes y memorables, con el ex-
clusivo propósito de difundirlos entre la masa del pueblo. Al
efecto, no solamente nos hemos limitado á arreglar calenda-
rios y vidas de los santos que florecieron en este bendecido
suelo, sino numerosas obras de distintos géneros, costeando
todas eiias de nuestro propio peculio; mientras que otrot no
han podido publicar nada sino á expensas del Erario nació*
naL Creemos que este desprendimiento de nuestra parte es
bastante loable, ya que hemos sacrificado alguna suma, no
despreciable, tan solo en beneficio de la clase ignorante, que,
felissmente, ha correspondido á nuestros deseos, pues que de
casi todos nuestros estudios publicados, se han agotado lai
isdiciones por entero.
El aprobar ó reprobar algún escrito es arbitrio del en|
tendimiento de cada uno, pues así como no hay ningún man-
jar que sea del gasto de todos los paladares, asimismo ao