Page 64 - I. Origen de los indios de Amrica. II.Origen y civilization de los indgenas del Peru
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5d                 INTRODUCCIÓN

             derían, talvez, á resolver, en gran parte, el problema de la
             población del Nuevo Mundo."
                 También el Sr. Tulio Pebres Cordero, en su selecto Es-
              tudio sobre Etnografía americana^ que presentó en 1892 al
              Congreso Internacional de Americanistes, reunido eñ el his-
              tórico convento de la Rábida, para conmemorar el cuarto
             centenario del descubrimiento del Nuevo Mundo, asienta
             juiciosas observaciones sobre la onomatología geográfica
              de América, probando la semejanza de muchas voces, en
              varias lenguas indígenas, correspondientes á pueblos 6 co-
              marcas de  distintos Continentes, para lo cual llama, en
              apoyo de su teoríd, las opiniones de los notables publicistas
              Humboldt, Prescott, Restrepo, Rojas, Castro, Calcafio   y
              Graty.
                 A las opiniones que al respecto emiten el abate Andrés
              y el señor Pebres Cordero, podemos agregar, que también
              la antropología, la etnografía y aún la cr&neología, son las
              ciencias que con igual acierto podrían conducir al conoci-
              miento de las aátiguas rasas indígenas que primitivamente
              han habitado el Continente del Nuevo Mundo.
                 Finalmente, haciendo abstracción de las opiniones de
              los etnógrafos que están, unos por la autoctonía de una
              sola rasa, y otros por la pluralidad de ellas, creemos que la
              tan debatida cuestión de la población de América está por
              resolverse, pues aún no se ha podido dar una explicación
              satisfactoria de su origen.
                 En el presente trabajo no pretendemos solucionar este
              problema tan arduo, tan intrincado y de tan difícil investi-
              gación, sobre el cual, desde la época del descubrimiento de
              Colón hasta nuestras días, se han escrito muchísimas diser-
              taciones; pero, sí, trataremos de exponer los diverses juicios
              de los autores que han tratado esta materia, y del cotejo
              de eses opiniones diversas y aún contradictorias, trasluci-
              remos, talves, alguna conclusión, sino definitiva, á lo menos
              Rlgo problemática.  Suplicamos, por tanto, al lector, que
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