Page 38 - Demo
P. 38
movimientos que nos alertan de este ‘peligro’. El mundo como prisión es el subtítulo de la expo- sición Please come back organizada por artistas franceses el pasado mes de noviembre en el Museo de Arte Moderno de Valencia (IVAM) y que versa sobre esa misma idea de que esta sociedad más “tecnológica, hiperconectada y controla- da” es en el fondo una prisión. “Se supone que
en este mundo mucho más conectado debería haber más libertad de expresión, pero no es
así. Antes, hace 50 años, existía la sociedad de la vigilancia, y ahora vivimos la sociedad del control, en la que está programado incluso lo que vas a hacer. Estamos controlados”, comen- taba el profesor, director artístico y comisario de la exposición Hou Hanru. “Los artistas deben trabajar juntos por la resistencia a lo que está sucediendo”, sentencia.
El punto ciego es ese punto de ambigüedad que toda novela debe tener y a través del cual el lector se cuela para imaginar una historia propia
Este preámbulo me parece interesante porque tiene mucho que ver con la obra El Punto Ciego, de Javier Cercas, que se antoja de obligada lectura para quienes tengan inquietud por la literatura y
la narrativa. Este documento, una mezcla entre novela y ensayo, y que surge a raíz de su participa- ción en la cátedra Weidenfeld de Literatura Europea Comparada (Universidad de Oxford), es una alego- ría del optimismo y la libertad (que para el autor puede lograrse a través de la literatura). Supone un soplo de aire fresco para quienes aspiran a salir de esa especie de prisión que comentábamos líneas más arriba. “La literatura es un instrumento para luchar contra las injusticias. Ayuda a enfrentarnos al mundo”, decía el autor al presentar este libro, que habla mucho de libertad, imaginación, crea- tividad y poder del lector. Es curioso cómo Cercas llama a volver a lo más clásico para encontrar esa libertad que con las nuevas tecnologías parecemos haber perdido.
En El Quijote el punto ciego está en el propio Don Quijote. ¿Está loco o es demasiado listo? No hay una respuesta clara
Dividido en tres bloques, el libro reflexiona sobre tres aspectos principales: qué es y qué no es novela, la ambigüedad que deben tener éstas y qué es ser influyente en literatura. Aunque nos detendremos en el segundo, quizá el de más calado, sí parece interesante pararse previamente en los otros dos, porque en ellos está la génesis de lo posterior. ¿Qué es una buena novela y cuál es la influencia que
debe tener la literatura para Cercas? Bien, para él “la novela es un género que pretende proteger las preguntas de las respuestas, esto es, un género que evita las respuestas claras, taxativas e inequívocas”. Cercas refrenda esta afirmación poniendo como ejemplo dos de sus grandes obras, Anatomía de un instante y Soldados de Salamina. Si has leído esta última, ¿acaso supiste porque el soldado republica- no salvó la vida del poeta fascista Rafael Sánchez Mazas? Para el autor, cada uno tiene una respuesta o, al menos, una idea aproximada. Esta capa de personalización que permite esta novela es, para Cercas, la que la ha hecho grande. El autor siempre ha sido tajante respecto a este aspecto, afirmando claramente que para él “la literatura debe formular preguntas, pero las respuestas siempre deben ser los propios libros. Es el lector quien debe encontrar su respuesta. Nosotros, los autores, hacemos la partitura, pero quien la interpreta es el lector”. Pero Cercas va mucho más allá al mencionar el papel que debe tener una novela, que debe ser mucho
más ambicioso que el de contar una historia. “Debe ampliar nuestro conocimiento de lo humano. Como decía Hermann Broch, es inmoral aquella novela que no descubre ninguna existencia hasta entonces desconocida”.
Esta idea central de que el lector es el ‘protago- nista’ del libro es consecuencia de lo que Cercas califica como “el punto ciego”, una metáfora del fenómeno fisiológico que hace que en un determi- nado punto de nuestro ojo perdamos sensibilidad
38 | VILLA McLUHAN | WGO? 2018 JAVIER CERCAS. EL PUNTO CIEGO