Page 58 - Cómo no escribir una novela
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Si en tu novela sale un gato, por el amor de Dios, ni se te ocurra…




                        Ponerle  un  nombre  que  sea  un  pareado  o  cualquier  otro  juego  de

                        palabras (Gatito Bonito, Mini Micifuz).
                        Ponerle  el  nombre  de  un  compositor  de  música  clásica  (Bartok,
                        Mahler, etc.).

                        Ponerle el nombre de un escritor (Hemingway, Gertrude Stein, etc.).
                        Ponerle el nombre de un personaje de la Grecia antigua.

                        Llamarlo  Señor/señorita  +  un  adjetivo  que  haga  referencia  a  una
                        característica física del animal (Señor Mostachones, Señorita Colita
                        Negra).

                        Ponerle un nombre de dos palabras que empiecen con la misma letra
                        (Perlita Plateada).

                        Añadir al nombre el apellido de su propietario (Monín Buenatranca).
                        Ponerle un nombre que refleje el orgullo que siente su propietaria por

                        su  herencia  cultural  o  sus  inclinaciones  políticas  (Trostky,  Rosa
                        Luxemburgo, Evita).














                                                                                   Tantas desgracias cansan
                                                                  Cuando el personaje está más allá de la
                                                                                                       salvación



               Desde que Melinda Ascoss había dejado la universidad para cuidar de su
               madre  enferma,  había  luchado  contra  la  depresión.  Todos  sus  amigos  le
               habían dicho que dejara que su madre se cuidara sola. Después de todo, la

               señora Ascoss era alcohólica y con ella Melinda sólo había conocido malos
               tratos y una larga serie de «padrastros» borrachos que habían usado a la

               niña para dar rienda suelta a su rabia y su lujuria. Pero Melinda no podía
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