Page 63 - Cómo no escribir una novela
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Si tu protagonista va a tener más de un amigo, deben servir para más de un propósito y
          tener personalidades distintas. Y lo más importante, el lector debe diferenciarlos por
          algo más que sus nombres. Por lo general, si se puede hablar de esos amigos de una

          forma colectiva, «los amigos», «los colegas», «la peña», sin que la trama se resienta
          por ello, no hay necesidad de personalizar a más de uno.
               A  menos  que  esos  amigos  hagan  avanzar  la  trama,  Buddy  y  Melinda  tienen  que

          escoger entre conservar a sus amigos o firmar un contrato con una editorial.







                                                                                                 La animadora
                                                                     Cuando un secundario sólo está para
                                                                                     admirar al protagonista



               —No sabes lo que te añoraré cuando me vaya, Melinda —dijo Efímera, la
               chica que había enviado la agencia de trabajo temporal—. En estas siete
               horas que hemos pasado juntas me he divertido como hacía tiempo que no

               me divertía. Trabajar para una ETT es muy absorbente.
                   —Oh, eso se lo dirás a todas —bromeó Melinda.
                   A  Efímera  le  llevó  unos  segundos  captar  la  broma,  y  entonces

               prorrumpió  en  carcajadas.  Sus  ojos  brillaron  con  admiración  y  regocijo
               cuando dijo:
                   —¡No sólo eres guapa, además tienes sentido del humor!

                   —Sí, es una pena que tengas que volver a la Dimensión Desconocida de
               los Trabajos Temporales —dijo Melinda.
                   —¡La  Dimensión  Desconocida  de  los  Trabajos  Temporales!  Qué

               ocurrente eres. En esta oficina están desaprovechando todo el talento que
               tienes.
                   —Oh, aquí estoy muy bien —dijo Melinda—. Y, de todos modos, el que

               se queja es porque quiere.
                   Efímera resopló con admiración.
                   —Guau, qué razón tienes. Nunca lo había visto así.

                   —Y un grano no hace granero pero ayuda al compañero.
                   —Guau, qué gran verdad has dicho. Creo que esta conversación va a

               cambiar radicalmente mi manera de ver la vida.


          Aquí el autor, como no sabe conseguir que su protagonista sea realmente ingenioso o
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