Page 38 - LIBRO VITAMINA C
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Capítulo        2





                             INFECCIONES VIRALES


               La inactivación in vitro de los virus por el ácido ascórbico fue
            reportada por primera vez por el Dr. Jungeblut en 1935. El descubrió
            que las concentraciones del ácido ascórbico comparadas con las de la
            corriente sanguínea en una ingesta alta de la vitamina inactivaba el virus
            de la poliomielitis en 30 minutos, demostrándose por la disminución de
            la incidencia de la parálisis en los monos a los que se les inyectó
            suspensión del virus intracranealmente. Sabin en 1939 reportó no haber
            encontrado un efecto protector contra el virus del polio en los monos
            que recibieron una suspensión del virus aplicada a los tejidos del tracto
            respiratorio alto. Jungeblut de inmediato repitió su experimentación
            aplicando tanto con la dosis de virus utilizada por Sabin como con una
            dosis menor al tracto respiratorio de los monos y encontró que cuando
            la dosis menor de virus fue utilizada había una respuesta adecuada a la
            vitamina C, protegiendo a los monos de la parálisis. Caso contrario
            ocurrió con la aplicación de dosis mayores del virus. Se concluyó
            entonces que el efecto protector del ácido ascórbico contra la infección
            viral es limitada: el ácido ascórbico puede ser efectivo en presencia de
            pequeñas cantidades de las partículas virales, y no cuando este número
            es mayor.   Cuando un virus infecta a un mamífero su sistema
            inmunológico reacciona inmediatamente produciendo los anticuerpos
            contra el virus incrementando la síntesis de ácido ascórbico es su hígado.
            Esta es la reacción mamífera normal al proceso de enfermedad., excepto
            en aquellas especies, como el hombre, que no pueden fabricar su propio
            ácido ascórbico.

               GRIPA

               Varios estudios han examinado los efectos de la vitamina C tanto a
            nivel terapéutico como profiláctico del resfriado común y la gripa. La
            mayoría de estos estudios concuerdan en que si la vitamina C es tomada
            cuando los síntomas están iniciando, se puede reducir la duración y
            severidad de estos en un 30 %. Existe controversia sobre la dosis. Una
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