Page 115 - En nombre del amor
P. 115
NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
—Aprecio tu interés, pero ya soy mayorcita. Y no es que importe, pero regresará el miércoles. ¿Por qué te interesa saberlo?
—Porque me lo he pasado muy bien contigo estos dos últimos días. —Yo también.
—Pero eres consciente de que esto se acaba, ¿no?
—No tiene por qué acabarse. Seguimos siendo vecinos.
—Y estoy seguro de que a tu novio no le importará si te invito a pasear en moto otra vez, o si salimos juntos a disfrutar de una comida campestre, o si te metes en la bañera para hidromasaje conmigo, ¿no?
La respuesta era obvia, y la expresión en la cara de Gabby se tornó más seria. —No, seguramente no le hará ni pizca de gracia.
—Así que sí que es el final.
—Todavía podemos ser amigos.
Él se la quedó mirando fijamente durante un momento, entonces, de repente, se llevó la mano al pecho como si acabaran de dispararle.
—Realmente sabes cómo herir a un chico, ¿eh? —¿Se puede saber de qué estás hablando? Travis sacudió la cabeza.
—No existe esa posibilidad de ser amigos. No entre un hombre y una mujer solteros de nuestra edad. Simplemente no funciona, a menos que te estés refiriendo a alguien que conoces desde hace mucho tiempo. Pero no entre desconocidos.
Gabby abrió la boca para replicar, pero no había realmente nada que decir. —Y además —prosiguió él—, no estoy seguro de que quiera ser tu amigo. —¿Por qué no?
—Porque deseo ser algo más.
De nuevo, ella no dijo nada. Travis la observó, incapaz de leer su expresión. Finalmente se encogió de hombros.
—Y tampoco creo que tú quieras que seamos amigos. No sería conveniente para tu relación con tu novio, ya que sin duda tú también acabarías por enamorarte locamente de mí y cometerías alguna estupidez de la que seguramente después te arrepentirías. Y entonces me echarías la culpa, y transcurrido un tiempo, probablemente te irías a vivir a otro sitio, ya que no podrías soportar la gran tensión.
—¡No me digas!
—Es una de las maldiciones de mi vida, por ser un chico tan arrebatadoramente encantador. —Vaya, hablas como si le hubieras dado muchas vueltas al asunto.
—Así es.
—Excepto por la parte que se refiere a que yo me enamore de ti.
—¿No puedes imaginártelo?
—Tengo novio.
—¿Y piensas casarte con él?
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna
Página 115