Page 146 - En nombre del amor
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NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
embarazos, o les recordaba aquel día en que la familia se había pasado toda la tarde jugando con unos surtidores. Normalmente, sin embargo, ojeaban los álbumes de fotos que Gabby había ido montando con tanto esmero. En ese aspecto estaba chapada a la antigua, y las fotos siempre conseguían arrancarles una sonrisa. Travis les contaba anécdotas asociadas a cada instantánea y, mientras contemplaba la cara radiante de Gabby en las fotos, se le formaba un nudo en la garganta al pensar que nunca había visto a nadie más bello.
Para escapar de la tristeza que se apoderaba de él en tales momentos, a veces alzaba la vista del álbum y la clavaba en la foto ampliada y enmarcada que se habían hecho en la playa el verano anterior. Los cuatro iban vestidos con pantalones de color beis y camisetas blancas con cuello abotonado y estaban sentados entre la hierba de las dunas. Era el típico retrato de familia en Beaufort y, sin embargo, a Travis le daba la impresión de que era completamente único. No sólo porque se tratara de su familia, sino porque estaba seguro de que incluso un desconocido se sentiría lleno de esperanza y optimismo ante tal imagen, ya que los cuatro protagonistas de la foto posaban como debería hacerlo una familia feliz.
Más tarde, cuando sus hijas ya se habían acostado, Travis guardaba los álbumes. Una cosa era estudiarlos con sus hijas y contarles anécdotas en un intento de mantenerles el ánimo bien alto, pero otra cosa distinta era ojear esas fotos solo. No podía hacerlo. En vez de eso, se quedaba sentado solo en el sofá, abatido por la tristeza que sentía en su interior. A veces Stephanie lo llamaba. La charla siempre giraba en torno a las típicas trivialidades, pero en cierto modo se notaba que no era una conversación natural, ya que Travis sabía que ella quería que él se perdonara a sí mismo. A pesar de sus comentarios poco serios y sus bromas eventuales, él sabía que lo que ella realmente le estaba diciendo era que nadie le echaba la culpa de lo sucedido, que no era culpa suya. Que ella y los demás estaban preocupados por él. Adelantándose a los ánimos que Stephanie pretendía infundirle, él siempre le decía que estaba bien, aunque eso no era cierto, porque sabía que ella no quería escuchar la verdad: no sólo dudaba de que alguna vez consiguiera recuperarse de aquel golpe, sino que ni tan sólo estaba seguro de si quería recuperarse.
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 146


































































































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