Page 180 - En nombre del amor
P. 180

NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
Stephanie le dedicó una sonrisa apagada.
—Lo sé. Lo he leído en tu cara cuando has entrado por la puerta. —¿Crees que he hecho lo que debía?
—Sí —contestó ella, sin dudar.
—¿Para mí... o para Gabby?
—Para los dos.
Él tragó saliva.
—¿Crees que se despertará?
Stephanie lo miró a los ojos.
—Sí. Siempre lo he creído. Los dos..., no sé, hay algo indescriptible en la forma en que os amáis. Lo digo de verdad..., en cómo os miráis, en cómo ella se relaja cuando apoyas la mano en su espalda, en cómo los dos parecéis saber lo que el otro está pensando. Siempre me ha parecido extraordinario. Ésa es otra razón por la que sigo aplazando la decisión de casarme. Sé que quiero algo parecido a lo que vosotros dos compartís y no estoy segura de haberlo encontrado todavía. Ni tampoco estoy segura de si algún día lo encontraré. Y con un amor tan poderoso... dicen que todo es posible, ¿no? Tú amas a Gabby y ella te ama, y no puedo imaginar un mundo en el que no estéis juntos. Juntos de la forma que se supone que tenéis que estar.
Travis asimiló lentamente sus palabras.
—Entonces, ¿cuál es el siguiente paso? —quiso saber ella—. ¿Necesitas ayuda para quemar el testamento?
A pesar de la tensión, él se echó a reír.
—Quizá más tarde.
—¿Y el notario? No vendrá a buscarte para denunciarte, ¿no?
—Hace años que no sé nada de él.
—¿Lo ves? Otra señal de que has hecho lo que debías.
—Supongo que sí.
—¿Y en cuanto a la residencia?
—La trasladarán la semana que viene. Así que tengo que decidirme por una. —¿Necesitas ayuda?
Travis se dio un masaje en las sienes, sintiéndose terriblemente cansado. —Sí, no me vendría mal.
—Oye, has tomado la decisión correcta. —Stephanie lo zarandeó levemente—. No te sientas culpable. Has hecho lo único que podías hacer. Ella desea vivir. Quiere una oportunidad para regresar junto a ti y vuestras hijas.
—Lo sé, pero...
Travis no pudo acabar la frase. El pasado quedaba atrás y el futuro aún era incierto. Además, sabía que tenía que centrarse en su vida en el presente. Sin embargo, el día a día se le antojaba, de repente, sin fin e insoportable.
—Estoy asustado —admitió finalmente.
—Lo sé —dijo ella, a la vez que lo abrazaba con fuerza—. Yo también estoy asustada.
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 180


































































































   178   179   180   181   182