Page 57 - En nombre del amor
P. 57

NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
—También tienen buen aspecto. Pero lo han dejado todo hecho un asco.
—Claro, es lo que suelen hacer. Por eso es una buena idea mantenerlos encerrados en un espacio pequeño.
Gabby se fijó en esos dientes blanqueados cuando él esbozó aquella socarrona sonrisa familiar, demasiado familiar, a pesar de que fuera el «tipo-bonachón-que-había-salvado-a-su-perrita».
Se cruzó de brazos, recordando su comportamiento caradura el día previo. —Ya, bueno, ayer no entendí bien lo que me decías.
—¿Ah, no? ¿Por qué?
«Porque me estabas distrayendo», pensó. Sin embargo, contestó: —Supongo que simplemente lo olvidé.
—Pues el tufo en tu garaje debe de ser insoportable.
Ella se encogió de hombros sin contestar. No quería darle esa satisfacción. Travis no pareció darse cuenta de su respuesta coreografiada con tanto esmero.
—Mira, no es tan complicado. Tan sólo debes recordar que lo único que hacen los cachorros los primeros dos días de su vida es defecar. Es como si la leche entrara y saliera de su organismo sin detenerse. Pero seguro que les has montado un espacio cerrado, ¿no?
Ella hizo lo que pudo por mantener el porte impasible, pero obviamente no lo consiguió. —¿No lo has hecho? —le preguntó Travis.
Gabby apoyó todo el peso de su cuerpo primero en un pie y luego en el otro.
—No —admitió.
—¿Por qué no?
«Porque no parabas de distraerme», pensó, pero contestó:
—No creo que sea necesario.
Travis se rascó la nuca.
—¿Tienes ganas de pasarte todo el día limpiando cacas?
—Tampoco es para tanto —murmuró ella.
—¿Me estás diciendo que vas a dejarlos corretear libremente por todo tu garaje?
—¿Por qué no? —lo desafió, con la certeza de que lo primero que iba a hacer cuando acabara con aquella conversación sería montar un espacio lo más reducido posible para encerrar a los cachorros.
Travis se la quedó mirando con absoluta perplejidad.
—Para que lo sepas, como tu veterinario, no puedo quedarme callado y te digo que no creo que hayas tomado una decisión acertada.
—Gracias por tu opinión —espetó ella.
Travis continuaba mirándola sin parpadear.
—Muy bien. Allá tú. Vendrás a mi casa hacia las diez, ¿no? —No lo creo.
—¿Por qué no?
—Porque no creo que sea una buena idea.
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna
Página 57


































































































   55   56   57   58   59