Page 84 - En nombre del amor
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NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
—No, con mi padre. La verdad es que estoy contando los días que faltan. Gabby torció el gesto.
—¡Uf! ¡No puedo imaginar irme de viaje con mi padre o con mi madre! —¿Por qué no?
—¿Con mis padres? Tendrías que conocerlos para comprenderlo.
Él esperó. En el silencio, ella apartó el plato a un lado y se frotó las manos.
—Vale, de acuerdo —cedió, resoplando—. Para empezar, mi madre es de esa clase de personas que cree que estar en un hotel de menos de cinco estrellas no merece la pena. ¿Y mi padre? Supongo que sí que podría imaginármelo haciendo algo más aventurero, salvo por el hecho de que él nunca ha mostrado interés en nada más que no sea la pesca. Además, él no accedería a ir a ningún sitio sin mi madre y, puesto que ella coloca el listón tan alto, eso significa que el único rato que pasamos juntos en el exterior es cuando cenamos en la terraza de algún restaurante. Eso sí, con una carta de vinos carísimos y todos los camareros vestidos de blanco y negro.
—Parece que se quieren mucho.
—¿Has llegado a esa conclusión por lo que te acabo de contar?
—Por eso, y porque a tu madre no le fascina la idea de pasar mucho rato fuera de casa. —Travis soltó una carcajada—. Deben de estar muy orgullosos de ti —añadió.
—¿Qué te hace pensar eso?
—¿Por qué no iban a estarlo?
Gabby se preguntó lo mismo, aunque con escepticismo.
—Digamos que estoy prácticamente segura de que mi madre prefiere a mis hermanas. Y, para que lo sepas, mis hermanas no se parecen en absoluto a Stephanie.
—¿Te refieres a que siempre dicen cosas apropiadas?
—No, me refiero a que son una copia exacta de mi madre.
—¿Y eso significa que ella no puede sentirse orgullosa de ti?
Gabby propinó un mordisco a la hamburguesa, tomándose su tiempo antes de contestar. —Es complicado —objetó.
—¿Cómo es posible? —insistió él.
—Por un sencillo motivo: soy pelirroja. Mis hermanas son todas rubias, como mamá. —¿Y?
—Y porque tengo veintiséis años y sigo soltera.
—¿Y?
—Porque quiero dedicarme a mi trabajo.
—¿Y?
—Nada de eso encaja en la imagen de la hija que mi madre desea. Ella tiene unas ideas inamovibles respecto a la función que han de desempeñar las mujeres, especialmente las que provienen de familias adineradas del sur.
—Tengo la impresión de que no te llevas demasiado bien con tu madre. —¡No me digas!
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 84


































































































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