Page 90 - En nombre del amor
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NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
—Perfecto. Podríamos quedar un día para comer. Si quieres, podemos quedar mañana..., pero, de verdad, ahora tengo que irme. —Se quitó las gafas de sol y se las limpió con la camiseta—. ¿Nos vemos mañana?
—De acuerdo —convino Gabby.
Stephanie se dirigió hacia la puerta de cristal, la abrió completamente y luego desapareció dentro de la casa, para atravesarla de camino hacia la puerta principal. En aquel momento, Travis ya subía con paso decidido desde el embarcadero, con
Moby trotando alegremente a su lado. Por primera vez aquel día, se había puesto una camisa de manga corta, aunque no se la había abrochado.
—Dame un segundo para encender el carbón. ¿Te apetecen unos pinchos de langostinos?
Ella se debatió sólo un instante antes de darse cuenta de que, o bien aceptaba la invitación, o bien se iba a casa y metía algo en el microondas antes de apalancarse en el sofá frente a la tele para ver algún programa horroroso, y entonces se acordó de la agradable sensación que la había invadido al ver a Travis jugando en la orilla con los niños.
—¿Me das unos minutos para que me cambie?
Mientras Travis encendía el carbón, Gabby fue a echar un vistazo a Molly y la encontró durmiendo profundamente junto a los cachorros.
Se duchó rápidamente antes de cambiarse y ponerse una fina falda de algodón y una blusa a juego. Después de secarse el pelo, se debatió entre ponerse un poco de maquillaje o no, y al final decidió aplicarse únicamente un ligero toque de máscara en las pestañas. El sol le había proporcionado un poco de color en la cara, y cuando se separó un par de pasos del espejo, pensó que hacía muchos años que no salía a cenar con un hombre que no fuera Kevin.
Podía simplemente alegar que se trataba de la prolongación del día que habían pasado juntos, o que Stephanie los había enredado para que cenaran juntos, pero sabía que ninguna de las dos excusas era completamente válida.
Sin embargo, ¿su decisión de cenar con Travis era algo por lo que debería sentirse culpable, incluso hasta el punto de ocultárselo a Kevin? Su primer impulso fue insistir en que no existía ninguna razón para «no» contárselo a su novio. El día había sido totalmente inofensivo — técnicamente, había pasado más tiempo con Stephanie que con Travis—. Por lo que, ¿dónde estaba el problema?
«¡Que cenaréis los dos solos, boba!», le susurró una vocecita en su interior.
Pero ¿suponía eso realmente un problema? Stephanie tenía razón: volvía a estar hambrienta y su vecino tenía comida. Necesidad humana número 101. ¡Ni que fuera a acostarse con él! Ni tan sólo tenía intención de besarlo. Eran amigos y nada más. Y si Kevin hubiera estado allí, estaba segura de que Travis también lo habría invitado a cenar.
«Pero Kevin no está aquí —insistió la vocecita—. ¿Piensas contarle que has cenado a solas con Travis?»
—¡Pues claro! ¡Claro que se lo contaré! —murmuró, intentando acallar la vocecita interior. Cómo detestaba aquella voz que le recordaba tanto a la de su madre.
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 90


































































































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