Page 148 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          Las elecciones municipales en la Ciudad de los Anillos se celebraron
          el domingo 5 de diciembre de 1995 y ante el asombro de miles, la
          sigla Arenal ganó con una votación holgada y obtuvo cinco conceja-
          les. Esa misma noche un partido político le dio su apoyo y se formó
          una alianza para gobernar la capital cruceña. La ciudadanía le dio un
          gran respaldo.  Una multitud vitoreó la victoria de un partido de de-
          recha en el Parque Urbano, y se escuchó el primer discurso de la fla-
          mante alcaldesa:

          -¡Ganamos!, -celebró Fátima Melgar-, hoy comienza una historia
          para nuestra ciudad, mañana comenzamos a trabajar y en dos años
          ustedes verán el fruto de nuestro trabajo y después nadie se arre-
          pentirá por habernos dado su apoyo. Nuestra tarea es larga, la ca-
          pital del oriente boliviano tendrá otro rostro, será una ciudad
          ordenada, un orgullo para quienes habitamos en esta urbe.

          ¡Ganamos!
          La potente vozarrón de Fátima Campos Melgar rugió como un
          bramido, taladró los oídos de dos millones de habitantes en la ca-
          pital cruceña y se escuchó hasta el Piraí, los rascacielos cruceños
          temblaron por el potente eco: ¡ganamos!, amos…!, amos…!  Se
          escuchó el eco en Viru Viru, en Cotoca, La Guardia y sus alrede-
          dores. ¡Ganamos!.

          Cuando los seguidores de Arenal se desconcentraban cantaron es-
          tribillos: ¡Euclides, amigo, el palacio presidencial te espera”. Eso
          fue lo que más enfureció a Capablanca, la mala noticia se la trajo
          Floripondio Carbonero del Monte. No había vuelta que dar, Eu-
          clides Santacruz se anotó un triunfo electoral.

          Al otro día los diarios no dejaron pasar inadvertido el triunfo de
          Arenal: “Una mujer ganó el sillón municipal” tituló El Aribibi, El
          Hocicón tituló: “Por primera vez en la historia una mujer fue ele-
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