Page 150 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          hacía alusión al uso de los parqueos, solo para micros, donde un
          gendarme municipal daba las instrucciones. En algunas calles y
          avenidas se encontraban sitios donde se podía leer “Parqueo para
          taxis”, luego letreros que indicaban los números de líneas que cru-
          zaban por esa vía y los barrios a donde se dirigían los micros.
          El tráfico vehicular en la capital cruceña mejoró sustancialmente,
          era el municipio quien autorizaba el recorrido de los micros y no
          el capricho de algunos sindicatos. Como por arte de magia, de la
          noche a la mañana se construyeron calles de doble circulación se
          eliminaron los rompemuelles y se instaló señalización horizontal
          y vertical. Se señalizó la ciudad copando hasta el quinto anillo.
          Eran los días finales de 1996. Se impuso un sistema de elevadas
          multas para quienes cometían infracciones en calles y avenidas,
          fue una medida acertada porque las multas llegaban hasta los
          5.000 Bs y a nadie le gusta pagar multas, porque el bolsillo duele.

          El gobierno municipal aprobó una ley para que empresas que se
          asienten en esta ciudad no pagarán impuestos dos años, el objetivo
          es generar fuentes de empleos para los ciudadanos, “que no repi-
          tamos viejas frases: queremos salud y educación, basta de esas
          frases conformistas, pesimistas. El ciudadano quiere un buen
          transporte, más vías. El ciudadano debe sentirse seguro, que ten-
          drá un buen salario digno, no migajas, el ciudadano busca que sus
          autoridades trabajen por la ciudad, que no abandonen los proble-
          mas, etc”.

          Una campaña mediática anunciaba que todos los negocios debían
          pagar impuestos, los mercados fueron reordenados para acabar
          con el caos y anarquía impuestos por los comerciantes; hasta
          cierta hora, los camiones podían ingresar a los mercados a des-
          cargar mercaderías, los camiones carniceros y de pollo tenían su
          determinada hora y luego ya no ingresaban.
          Se acabaron las ferias en calles y avenidas, las jardineras fueron
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