Page 20 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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10 La trágica noche de Santacruz
En el informativo de último momento, la Tv mostraba el cadáver de
Juan Tomás Saucedo Rojas en el viaducto de la doble vía a Cotoca,
luego anunciaron una noticia del último momento: “La Policía en-
contró el cadáver de un conocido detective de la ciudad, fue dego-
llado”. Anastasio miró a “el Napolitano” como interrogándolo.
Luego, Alejandra y Anastasio, junto a un grupo de policías se mar-
charon a la doble vía a Cotoca. El socio de la Constructora Moderna
del Oriente tenía dos disparos, uno en la sien derecha y otro le había
perforado el estómago, un transeúnte vio a un hombre con saco negro
y polera blanca requisar la vagoneta Suzuki y llevarse un maletín
grande. La vagoneta estaba a un lado de los rieles, debajo del puente,
presentaba abolladuras, se advertía que hubo una huida, hubo force-
jeos en el motorizado, había mucha sangre en los asientos, el rostro
de Juan Tomás Saucedo estaba desfigurado por los golpes que le pro-
pinó Bordenave.
Fue el momento clave para tomar decisiones para proteger al can-
didato de Arenal. Había que tomar decisiones claves, pero nadie
hizo nada.
Nadie reaccionó.
Parecían hipnotizados los del bando de los buenos.
Permitieron que Euclides Santacruz Piérola se vaya solo al patíbulo.
Fue el peor error.
Bailón Reilón y Pulgarcito no debieron perder de vista al diputado
de Arenal. No se dieron cuenta que los malos no aplazaron sus planes
como se rumoraba, es más, ya estaban matando sin piedad.
La última vez que Alejandra estuvo junto a Euclides fue ese mismo
día, alrededor de las 14:30 en la sede de Arenal, fue allí que él le
contó que esa noche a las ocho y media tenía una cita con una em-