Page 25 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
P. 25

La trágica noche de Santacruz                             15



            Nadie ni nada detenía la maquinaria de los Malos que ya comenzaron
            a matar sin piedad. El segundo muerto de la jornada dominical de
            aquel aciago día fue el arquitecto Jose´Tomás Saucedo Rojas. La pri-
            mera víctima en esta triste jornada fue “Sombras y nada más”. quien
            apraecid´po degollado en una calle.

            Lo peor está por llegar. Anastasio Santacruz cree que su amigo “el
            Napolitano” se jugará la vida.

            Muchos años después, se supo que el arquitecto Saucedo se tendió
            una trampa, él en aquellos días meditó un momento y se dijo para sí
            mismo: “Ha llegado el momento de salir de la yesquera”. Sacó cuen-
            tas de la cantidad de dólares que obtendría en este negocio, es decir
            por la venta con un precio ficticio de terremos ubicados al este de la
            ciudad; les diría los vendí a tanto, pero en realidad era a otro precio.
            Hizo cuentas mentalmente, “vendo 10.000 metros cuadrados de te-
            rreno a 180 dólares, son un millón ochocientos mil dólares. Bien, les
            digo a la junta de la Constructora Moderna Santa Cruz que vendí a
            150 dólares el metro cuadrado, gano la friolera de 300.000 dólares.
            ¡Ufff!, con esa cantidad de dinero hago una gran inversión, me retiro
            de la empresa y punto, alguna vez en mi vida y a mis 30 años podré
            darme los gustos con los que siempre soñé”, se dijo a sí mismo. Se
            trataba de terrenos en excelente ubicación, en una zona privilegiada
            por Guapilo Norte. No contó nada a nadie, ni a su esposa, es decir
            cavó su propia tumba. Tenía en mente huir con su amante a Europa.
            Una noche se reunió hasta altas horas con la supuesta empresaria es-
            pañola, ultimando los detalles del negocio y nadie sospechaba nada.
            Esa misma noche, después de la reunión, él a bordo de una vagoneta
            Suzuki color azul trasladó a Mata Hari hasta su domicilio en el barrio
            Equipetrol.

            Esta tragedia había comenzado días antes con una cita en la que le
            propuso Mata Hari al arquitecto Juan Tomás Saucedo Rojas y tratar
   20   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30