Page 216 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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206 La trágica noche de Santacruz
bles en la Ciudad de los Anillos. En dicha avenida, un inmenso
cartel publicitario llamaba la atención a los potenciales e incautos
clientes. En las afueras de la empresa, chicas atractivas y coquetas
detenían a los transeúntes a su paso y lograban conducirlos hasta
las oficinas del gerente general: Nicolás Amor Jurado, el Petacudo,
era quien utilizaba su poder de convicción, luego pasaban a la otra
oficina del gerente financiero, donde el abogado Nicolacito Buen-
día aceptaba todos los trámites. Finalmente, el auditor financiero
Nicolazón Guerrero Paz exigía las primeras cuotas para la compra
de lotes y terrenos. En el primer año el negocio marchó viento en
popa. Comenzaron a malgastar dinero a trochi mochi; de la tienda
“El camba futre” se fiaron quince elegantes trajes para los tres “li-
cenciados”. Los tres burócratas crearon un sistema de trabajo
nunca visto ni en las esferas del Estado: gerencia, subgerencias,
departamento de quejas con cinco empleados, departamento de au-
totransporte con 10 empleados para administrar 15 móviles, de-
partamento jurídico, 8 empleados. ¡Qué barbaridad”.
Todos los días, los tres facinerosos llegaban a sus oficinas bien
pitucos. Con finos modales, en el hablar y el trato a los poten-
ciales e incautos clientes, quienes ilusionados por las ofertas acu-
dían hasta las oficinas de Facinerosos&Facinerosos. ¿Y los fines
de semana? Chicharrones por aquí, cervecitas por allá con buenas
compañías femeninas. Decían tener el título de licenciados, pero
de la Uagrm no conocían ni el frontis. ¡Qué linda es la vida!
Whisky compraban por cajas.
Se dieron todos los gustos.
Y al final, lo pagaron muy caro cuando despilfarraron toda la plata.
Los últimos meses de sus vidas pasaron penurias, encerrados en una
habitación raquítica, estaban identificados por todas las jochas que
hicieron, la policía les pisaba los talones, comían locro carretero,