Page 217 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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            locro lavau, pan de arroz con té en las mañanas. Recordaban los ban-
            quetes que se daban cuando Facinerosos&Facinerosos estaba en su
            apogeo y malgastaban dinero por montones. Y todo lo ganado lo mal-
            gastaron en farras, mujeres y traiciones.

            Como se dice vulgarmente, moros y cristianos fueron engañados por
            la flamante empresa inmobiliaria, “aquí el que no cae resbala”, decían
            los habitantes de la capital cruceña. La curiosidad de miles de ciuda-
            danos provocaba aglomeraciones en la entrada a la empresa creada
            por tres personas poco recomendables.

            El gran golpe que dio Facinerosos&Facinerosos fue la venta fraudu-
            lenta de 100.000 metros cuadrados de terrenos inexistentes en el norte
            cruceño. La primera víctima fue una incauta delegación llegada desde
            el altiplano que pagó 5.000.000 de dólares. Ese millonario monto era
            producto de unas doscientas familias que ahorraron toda su vida en
            vano. El Petacudo era quien prometía el oro y el moro, tenía todos
            sus poderes de convicción para engañar a la familia. Un día les dijo:
            “Los espero para hacer la entrega de los terrenos, llevaremos una
            banda de música para celebrar, ustedes están haciendo una gran in-
            versión, son terrenos privilegiados por su ubicación”. Regresaron
            cientos de veces y siempre el mismo cuento: “Ya estamos en los úl-
            timos trámites”. Y nunca, pero nunca, entregaron las escrituras del
            fundo.

            Otro de los golpes más conocidos fue la estafa a inversionistas bra-
            sileros, fue el mismo modus operandi. Les ofrecieron miles de metros
            cuadrados en la Chuiquitania. Es una gran hacienda ubicada cerca a
            la catarata El Encanto, un paradisíaco lugar. Se embolsillaron otros
            5.000.000 de dólares, esta vez falsificaron documentos todo parecía
            legal. Los inversionistas, cuando llegaron al lugar indicado, les dije-
            ron que eran tierras que tenían dueño. Fue cuando la firma Facinero-
            sos&Facinerosos desapareció como empresa inmobiliaria.
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