Page 219 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
P. 219
La trágica noche de Santacruz 209
se conoció en todo el país. Esa acción tuvo graves repercusiones,
pues en los mandos policiales se acusaban del crimen.
En una de sus última fechorías, Amor Jurado, Buendía y Guerrero
Paz ingresaron a un domicilio donde les dijeron que había un car-
gamento de cocaína pura. Se trataba de un vulgar “volteo”. Fue
una trampa, ellos cayeron en su misma trampa. Al verse descubier-
tos huyeron del lugar, pero en su fatigosa huida Nicolacito fue re-
conocido como el gerente de Facinerosos&Facinerosos. Los tres
secuaces huyeron, pero ya habían sido descubiertos por sus cana-
lladas. Estuvieron sin salir a la calle de su mugrosa habitación va-
rios meses. Cuando cayeron en desgracia los tres estafadores
anduvieron de desventura y adversidad.
Utilizaban gafas oscuras, gorras y camisas de jóvenes para ocultar
su verdadera identidad. Los tres sinvergüenzas andaban buscando ja-
ranas donde el trago y la comida sea gratis, acudían a las fiestas de
la Candelaria, de San Marcos, de Trinidad, de San Roque. Las ver-
benas populares eran su plato fuerte, chismeando y chismeando lle-
gaban a enterarse dónde había una verbena con trago gratis. Los tres
llegaban juntos porque las “desgracias nunca andan solas” y se que-
daban hasta el final, les decían “ya llegaron los “raspa buris”, fue un
apodo que les cayó como anillo al dedo, ya que se tomaban hasta el
conchito de los tragos de las jarras que el dueño de la fiesta les invi-
taba con mucha humildad. Y a veces “no se iban ni botau” de los
buris en varios barrios cruceños alejados.
En la capital oriental, los tres vagos y mal entretenidos eran conoci-
dos como vividores y aprovechadores de las circunstancias, ellos sa-
bían dónde había un buri, una farra, etc. Se jactaban de decir que
ellos nunca habían trabajado. No eran invitados, pero ellos muy ama-
bles y ceremoniosos entraban a las fiestas cantando un estribillo que
se hizo popular: “somos los lindangos que venimos a farrear, a chu-
par, no se enojen venimos a jaranear y somos buenos para parran-