Page 96 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          llaban y desaparecían por la avenida Viedma. Desde aquel apasio-
          nante encuentro, la pareja nunca más pudo encontrarse a solas, fue
          cuando Alain Centurión decidió alejar a su hija del amor de su vida,
          se convirtió como un celoso guardián que le cerró a Alejandra Cen-
          turión toda posibilidad de una cita a solas. Durante dos años la pareja
          de enamorados hizo todo por volverse a encontrar, pero fue imposi-
          ble, en ese tiempo ambos se dieron cuenta que se amaban y que nada
          los separaría. Alejandra soñaba con una boda, anhelaba entrar a la
          iglesia del brazo de su padre, pero después se dio cuenta que esa po-
          sibilidad era remota, así como marchaban las cosas. Ninguno dejó
          de añorarse en esos tiempos difíciles hasta que ella se marchó a Es-
          tados Unidos, presionada por su padre, a continuar sus estudios.

          Se amaban, la pareja creyó que Alain Centurión nunca podría sepa-
          rarlos para toda la vida, que un día volverían a encontrarse y se ca-
          sarían. Volvieron a encontrarse… pero no hubo boda. El nefasto error
          de Euclides fue no confiar sus problemas a otras personas, como su
          tía Encarnación, ella haya sido una gran ayuda; de fuerte personali-
          dad, ella hubiera buscado al padre de Alejandra y reflexionarlo, el
          mismo Alberto Sánchez pudo ser un nexo. Nada de esto pasó, los
          acontecimientos se precipitaron, fue en ese tiempo que Euclides San-
          tacruz fue elegido diputado y esa circunstancia enfadó mucho más a
          Capablanca, quien se desvelaba pensando cómo apartar de la vida de
          su hija al diputado de Arenal.

          Lo primero que planeó fue obligar a su hija a continuar sus estu-
          dios en Nueva York, sin medir ninguna consecuencia, no tomó
          en cuenta nada de nada. Estaba como obsesionado por separarlos
          a como dé lugar.

          Hasta esa fecha, el diputado de Arenal no sospechaba que padecía
          inestabilidad emocional. No lo sabía ni Alejandra.
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