Page 24 - SANTACRUZ LIBRO

12 La trágica noche de Santacruz

Alejandra besó a su prometido por última vez, fue un beso largo.
Mucho tiempo después recuerda que los labios de Euclides estaban
fríos, muertos.

Euclides junto a Pulgarcito y Bailón Reilón partieron sin rumbo des-
conocido. Quedaron tres personas paradas como autómatas, Anasta-
sio Santacruz, Giácomo Benvenuti y Alejandra Centurión, quienes
luego se marcharon a la Casa del Camba para esperar al novio. Nin-
guno tuvo la suficiente lucidez para decir sigámolos a “Eu”. “El Na-
politano tomará precauciones, quiere conocer el local Macondo para
ver dónde ocultarse y matar a Mata Hari.

Asimismo, el candidato de Arenal esa misma tarde debía reunirse
con el equipo que planificaba la campaña electoral para los días que
restaban de esa actividad. Tenían planeado para la siguiente semana
visitar el sur del país, una maratónica campaña por provincias tarije-
ñas, luego un largo viaje por provincias de Potosí. Los últimos días
estaban destinados al norte cruceño, la Chiquitanía y el cierre de cam-
paña en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, ahí Euclides Santacruz
hablaría claro y preciso.

Alrededor de las 20:00 horas del domingo 18 de mayo, Euclides
logró convencer a Pulgarcito y Bailón Reilón y entró solo a la disco-
teca Macondo.

Ese mismo día, muy temprano, el diputado de Arenal escuchó por
última vez a través del teléfono la voz de su socio, amigo y compa-
ñero Juan Tomás Saucedo.

-“Escúchame Euclides, hoy domingo a las 20:30 tienes una cita con
una empresaria española, ella pretende hacer una millonaria inversión
con nuestra empresa, se llama Simone Candau, te esperará en el local
Macondo, es una mujer atractiva, creo que es española o francesa.