Page 56 - ALEJANDRA
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- no, no, no, no, no. No digas más ese nombre que no
quiero que ninguna persona se entere de cómo me
llamo he- dijo Cancino interrumpiendo a su amigo-
- Discúlpame, se me olvida, es solo la costumbre que se
me ha quedado- respondió-
- No hay cuidado viejo amigo, para mí es un agrado
verte- dijo Cancino-
- Lo mismo digo y creo que algún día podremos beber
una cerveza- dijo el amigo-
- Claro, porque no- dijo alegre Cancino
- bueno Ricar...Cancino, perdóname de nuevo-
- Si no te preocupes- excusándolo
- Mira, quiero que me escuches muy bien lo que te
tengo que decir y por favor luego de esto, vete de la
ciudad si-
- Pero que es lo que me estás diciendo, por que debería
hacer eso-
- Cancino, amigo, sabes bien que estoy en deuda contigo
por las cosas que pasamos en prisión, así que cuando te
vi entrar en la sala secreta, supe de inmediato que
debería ayudarte, y es por eso que te seguí desde que
saliste y estoy ahora hablando contigo- dijo el escriba.
- Pero de que se trata todo esto, me tienes intrigado-
dijo Cancino extrañado-
- Mira, ambos sabemos que los ortodoxos te
contrataron para matar a Guillermo, pero lo cierto es
que de las cosas que ellos hacen, nunca dejan rastro, ya
sea en la política, en los juegos, su vida, lo que sea.
Entiendes. Por eso es que estoy aquí, para avisarte que
corres peligro, además de que yo te prometí que algún
día te pagaría la deuda que adquirí contigo-dijo el
escriba-