Page 59 - ALEJANDRA
P. 59
la cárcel Guillermo me dio la confianza para que yo
trabajara con él, después termine, sin que él lo supiera,
trabajando para el lado secreto del partido. Lo creas o
no, Guillermo y yo éramos muy buenos amigos, pero no
fue sino hasta esta noche que recién me entere del plan
para asesinarlo, y además para no acabar mi sorpresa
también me entero esta misma noche, que el asesino
que han contratado para matar a Guillermo, es ni más ni
menos que un viejo amigo, pero conociéndote, no creo
que vayas a matarlo, no es tu estilo, sé que lo tuyo es
robar, pero nunca has sido un asesino. ¿O me equivoco?
Es por eso que vine a hablar contigo- dijo Esteban-
-Bueno, entonces no me queda más que agradecerte y
no te preocupes, de todas maneras, no pensaba
matarlo, en realidad no se en que estuve cuando acepté
el trabajo-dijo Cancino-
- No me agradezcas, hablaremos luego-dijo Esteban-
-Pero donde te encuentro- Pregunto Cancino-
- No te preocupes yo te encontrare, te lo prometo. Adiós
debo irme- Y levantándose de la silla del bar Esteban se
fue más rápido que una bala.
Entonces una vez terminada la conversación, Cancino
decidido ir hacia un lugar, en donde estuviera un poco
más seguro y que le diera tiempo para pensar en lo que
recién se había enterado, pero tampoco le extrañaba
mucho, ya que esa clase de gente por un poco de poder
hace lo que sea.
Por supuesto que no el no mato a Guillermo, ya que no
se presentó a la cita con esa muerte, por lo que, ante tal