Page 64 - ALEJANDRA
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que él le podía decir o contar respecto a eso y que
ganaría el, haciéndole daño a ella, si bien lo podría haber
hecho la noche anterior en aquel bar. Sería mejor
armarse de coraje y salir a su encuentro a la hora
señalada, esperando que lo que pasara, solo fuera la
noticia de lo que ella tanto anhelaba saber, desde que
murió su marido.
Era día sábado, así es que no le tocaba trabajar, pero al
salir la dueña del hostal le entregó una carta a modo de
mensaje que alguien muy temprano en la mañana dejo
para ella en su puerta.
Al tomar la nota y leerla, pudo percatarse de que esta
había sido escrita por Cancino, y aunque todo esto le
causo más intriga, leyó el mensaje en el que decía lo
siguiente:
“Lo siento, pero tuve que cambiar la dirección así es que
lea este mensaje y sígalo al pie de la letra: Una vez que
haya salido de la cuidad, despida Ud. el carruaje y
continúe el camino a pie por el mismo sendero que le
llevaba el carruaje, a más o menos 10 minutos de
camino, en la orilla del camino por su lado izquierdo,
notara UD un árbol cuyo tronco no es del mismo color
de los demás, es más bien de un tono oscuro, más bien
gris, como si alguien lo hubiese querido pintar, cual si
fuera una piedra de rio. Cuando vea UD ese árbol,
abandone el camino que ha seguido y busque en la
raíces de ese árbol, una inscripción que está en una de
aquellas raíces y léala, en ella Ud. vera escrita la palabra
ortus, que significa salida del sol en latín, como el sol
sale por el oriente, entonces siga por la línea de ese
árbol en dirección hacia el oriente y vera que unos