Page 60 - LIBRO BUENO

Magali García Oliva

–Mirad aquí, Roberto Gómez, conserje del museo del Prado en las fechas en

su hermana tal vez demos con ella.

–Leonor Gómez, qué complicado con un apellido tan común –apunté.

–Tenemos mas datos porque también trabajó en el Prado como su padre, fue
guía del museo, se jubiló hace unos cuantos años. Tengo una dirección Laura,
aquí en Madrid.

–Sí –aplaudí– podemos ir mañana. Si no os importa voy a bajar a casa a
preparar la entrevista si es que quiere recibirme y descansar un poco también.

–Claro Laura, bajaré enseguida –contestó Mauricio– voy a ver si encuentro
algo mas sobre las familias, algo que nos lleve hacia el secreto.

¿Qué podía decirle a una señora octogenaria para que me ayudara a
encontrar a su hermana? Pasé la noche pensando, rechazando cada idea
que me surgía. Mauricio y Simón consiguieron varios nombres famosos
implicados en el arte, nuestro amigo se encargaría de buscar datos sobre ellos.

Me desperté temprano, apenas había dormido, pedí a Mauricio ir sola a casa

Me resultaría más fácil hablar con ella a solas.

La dirección estaba en pleno centro madrileño, lo mejor coger el metro. Era

amable después de interesarse e interrogarme acerca de quien era yo, mentí
por supuesto, me informó que no estaba en casa, había salido como todas
las mañanas a desayunar a la cafetería de la esquina, allí podía encontrarla o
esperar a que volviese. Decidí ir a su encuentro, no sabía su aspecto pero igual
se parecía a su hermana y si no el camarero me ayudaría.

A esas horas el café estaba lleno de señoras adornadas con perlas, foulards
de seda y labios pintados de colores intensos que charlaban animadamente.
Me senté en la barra para intentar localizar a mi objetivo y allí estaba en una

60