Page 7 - LIBRO BUENO

Tú serás

RUMBO A LA TOSCANA

Esa noche llovía con furia, estaba preparando la maleta, los vecinos de
arriba gritaban como casi todas las noches mucho más fuerte que la tormenta
de afuera. Pronto me alejaría de ambas tempestades rumbo a la Toscana.

Eran nuestras ansiadas vacaciones, llevaba tiempo planeándolas; Mauricio,
mi chico, y yo pasaríamos tres semanas recorriendo los paisajes italianos. Lo
que él no sabía era que aquel destino no era una casualidad, bajo la apariencia
de un idílico viaje escondía un encargo de mi trabajo como investigadora,

“Perfecto” por su gran capacidad a la hora de realizar las copias.

En esos pensamientos me hallaba cuando sonó el móvil: Era mi jefe, tenía
todos los enlaces en Italia dispuestos y me pedía total discreción, nadie sabía
que estaría allí.

Mauricio me recogió puntual para ir al aeropuerto, estaba eufórico por todas
las ciudades y pueblos que había planeado ir a visitar, nos encantaba el arte y
sobre todo conocer la gastronomía y los buenos vinos de los lugares a los que
viajábamos. Perdernos en rincones e investigar cada sitio…

Éramos turistas, Mauricio así lo creía y el resto del mundo también debía
vernos como tales; alquilamos un Fiat Cinquecento y nos pusimos rumbo al
hotel. El trayecto no podía dejar indiferente a nadie, los colores, los olores,
estaba embriagada de sensaciones. Abrimos el techo de nuestro Fiat para
disfrutar aún más del camino.

Hora y media después llegamos al hotel, un remanso de tranquilidad
perdido en una frondosa colina, ni el gps podía encontrarlo, tan sólo unas
breves indicaciones en la carretera revelaban su situación, todo allí era

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