Page 148 - CATEQUISTA-INICIACION
P. 148
22 Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: Reciban el
23
Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados les
quedarán perdonados; a quienes se los retengan les que-
darán retenidos.
Vuelvan a leer ambos textos y los analizan para descubrir:
¿Qué misión les da Jesús a los discípulos? Fíjense de qué ma-
nera lo dice cada evangelista.
Descubran con qué palabras Jesús asegura su presencia.
Cuál es el gran regalo de Jesús a los discípulos en el evangelio de Juan.
Durante su vida pública Jesús no estuvo solo: de inmediato convocó a un
grupo de discípulos. Eran gente que creyó en él, que escucharon sus pala-
bras y presenciaron sus signos maravillosos. Después que culminó su entre-
ga en la pasión y la coronó en la pascua, esos discípulos y discípulas recibie-
ron su misma misión: “Como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes”.
Sin Jesús resucitado, no se entiende la Iglesia; nos quedamos en la cáscara.
4. PROFUNDIZAMOS
Así como a Jesús hay que mirarlo con los ojos de la fe, también así con su
Iglesia. Intentemos mirarla a fondo, desde las palabras de Jesús y desde los
documentos eclesiales:
4.1 La Iglesia es inseparable de Jesús. Cuando eligió a los discípulos, y entre
ellos a los Doce Apóstoles, Jesús tenía claro que serían los cimientos de
su Iglesia, que continuarían el Pueblo elegido, Israel, constituyendo un
nuevo Pueblo de Dios. Les aseguró su presencia y les comunicó su misión:
Enseñar: “Anuncien la Buena Noticia a toda la creación. Quien les
escucha a ustedes, me escucha a mí”. (Mc 16,15b; Lc 10,16).
Santificar: “Vayan… bautícenlos. En mi nombre los pecados serán
perdonados a los que ustedes se los perdonen. Hagan esto en memo-
ria mía”. (Mt 28,19; Mc 16.17; Jn 20,23ª; Lc 22,19b).
Guiar a los creyentes: “Apacienta a mis corderos, cuida mis ove-
jas” (Jn 21,15b. 16b).
La Biblia usa dos imágenes para expresar la unión entre Cristo y su Iglesia:
La Iglesia es el “Cuerpo” de Cristo: Jesús es la cabeza que le comunica
vitalidad y unidad, y todos somos sus miembros.
* La Iglesia es la “Esposa de Cristo”: Jesús ha dado su vida para santifi-
carla.
147