Page 206 - Libro Catecumeno
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Romanos 6,
                       3 ¿No saben que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos
                     bautizados en su muerte?  Por el bautismo fuimos sepultados con él en la
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                     muerte, para que, así como Cristo resucitó de la muerte por la acción gloriosa
                     del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.  Porque, si nos hemos
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                     identificado con él por una muerte como la suya, también nos identificaremos
                     con él en la resurrección.
                       6 Sabemos que nuestra vieja condición humana ha sido crucificada con él,
                     para que se anule la condición pecadora y no sigamos siendo esclavos del
                     pecado.  Porque el que ha muerto ya no es deudor del pecado.  Si hemos
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                                                                               8
                     muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
                       9 Sabemos que Cristo, resucitado de la muerte, ya no vuelve a morir, la
                     muerte no tiene poder sobre él.  Muriendo murió al pecado definitivamente;
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                     viviendo vive para Dios.  Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado
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                     y vivos para Dios en Cristo Jesús.

                     El BAUTISMO (Rom 6,3-5):
                  a.  El BAUTISMO (Rom 6,3-5): Para Pablo el bautismo no es sólo un
                  a.

                     rito: nos introduce en Jesús, en lo más profundo de su Misterio
                     Pascual:
                  •  Se trata de “morir con Cristo”; por eso los bautisterios antiguos
                     tenían forma de cruz; eran como piscinas en las que el catecú-
                     meno era sumergido, para significar ese morir con Jesús.
                  •  Se trata de “resucitar con Cristo”; el catecúmeno subía las gra-
                     das para expresar la resurrección. (v.4).
                  •  Esa vida de Jesús empezará a circular en nosotros a partir del
                     Bautismo: la potencia de Dios correrá por nuestras venas, con-
                     virtiéndonos en “Hijos/as de Dios” y hermanos/as de Jesús.

                  b.
                     CONSECUENCIAS DEL BAUTISMO:

                  b.  CONSECUENCIAS DEL BAUTISMO: “Muertos al pecado y vivos
                     para Dios en Cristo Jesús” (6-11). Pablo sigue explicando las
                     consecuencias del Bautismo:
                  •  “Se anula la condición pecadora”. Todo pecado queda destrui-
                     do: “no sigamos siendo esclavos del pecado”. En adelante ya no
                     es posible volver a las cosas “viejas”, del pecado, de lo malo.
                  •  “Muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús”. Lo de-
                     finitivamente importante es esa “vida nueva” que empieza. No
                     es que el bautizado ya no vuelve a caer; ¡Ojalá fuera así! Pablo
                     sabe que la lucha contra las tentaciones es de todos los días;





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