Page 80 - HANK - Recuerdos de una pulga

HANK
Recuerdos de una pulga

diría que casi a punto de entrar también
en la vagina.
De pronto el movimiento de él se hizo más
continuo, más seguidos, con más rapidez,
más fuerza y los gemidos y quejidos de ella
también eran más fuertes y seguidos, al
cabo de unos tres minutos él presionó su
pelvis hacia ella, trataba de introducir el
pene lo más que podía hasta soltar un
quejido de placer, no… no solo un quejido…
varios quejidos… su cuerpo se tensionaba,
bajando los brazos y cogiéndole las caderas
a ella para tratar de subirlas, intentando
que su miembro no salga de ella, muy por
el contrario…
Quedándose tendido sobre ella por un
instante con el aliento agitado, sudoroso,
ella lo abrazaba y acariciaba el cabello, la
espalda. El comenzó a besarla y también a
acariciarla, luego se recostó a su costado y