Page 25 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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Cuando no queremos sentir cosas que sentimos, el cerebro interpreta
que ahí hay un problema que se debe gestionar cuanto antes y lo que
hace para que lo gestionemos es traérnoslo hasta en la sopa. Por eso
cuando no queremos pensar algo, lo pensamos mucho más, o cuando
no queremos sentir ansiedad, la sentimos mucho más.
Al cerebro se la suda si estás bloqueado emocionalmente, la cosa
funciona de modo que si rechazas algo de manera inconsciente
multiplicas las posibilidades de que aparezca de nuevo porque le estás
dando atención e importancia. Por eso, si alguna vez quieres convertir
en un problema algo que no lo es, solo tienes que no querer sentirlo.