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Lo que sigue después de colocar la faja es la son bordadas con flores. Al final de la cinta
blusa blanca bordada a mano en la parte superior
sobre el pecho y las mangas cortas donde se
muestra la pericia de las mujeres artistas que le dan
color y vida a cada figura que representan en esta
prenda. También a manera de homenaje se
bordan flores y naturaleza propia de la región para
el caso de las mangas cortas. En el ingenio del
bordado ―en muchas ocasiones de dos colores―
se ven representados animales, flores y la
naturaleza propia de San Miguel Tenango. Lo
anterior muestra la importancia de la presencia de
nuestro alrededor en nuestras vidas: somos
hermanos tanto de animales, plantas, arboles con
los que compartimos el espacio sobre nuestra
madre universal. Porque cada uno tiene una
función al acompañarnos en este viaje llamado
vida.
Otro elemento que compone este bello atuendo
es el uso del quixquemetl o prenda de encaje
blanca que va sobre la blusa en ocasiones y en
otras funge como velo sobre la cabeza, sobre todo
en rituales religiosos. Místicamente el quixquemetl
representa las nubes tan características de la Sierra
Norte, ya que se considera un bosque de niebla y
las nubes nos conectan con el cielo al que
podemos recurrir y pedir favores ya sea de salud,
amor o abundancia a los Dioses que allí habitan.
Por ello no puede faltar su uso en el traje típico
Figura 3. Representación escénica. Fuente: fotografía de
Diana Laura González Rodríguez (2025).
Para las culturas ancestrales el arcoíris tiene un
significado importante e incluso predicciones que
se podían cumplir. Para la cultura nahua de estas
vastas regiones no fue una excepción considerar
este fenómeno natural en las cintas para el
cabello, donde las mujeres se trenzan el mismo y al
cual le colocarán las cintas negras que también
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Tlahuizcalli ISSN: 2448-7260
veremos los colores del arcoíris como se muestra en
la imagen de arriba. El color, el arte, la naturaleza,
la cultura y el amor lo vemos reflejados en este
atuendo que muestra la feminidad de la mujer de
Tenango.
Lo que no puede faltar son los aretes largos y
vistosos, los collares de colores alrededor del cuello
que embellecen a la portadora. Todavía hoy el uso
de huaraches es característico para andar, sin
dejar de recordar que los días de fiesta o danza en
el pueblo se portan los collares de flores hechos a
mano dignos de reinas y Diosas. Así andan en sus
dominios con la naturaleza viva con un collar o una
corona de buganvilias, es decir, el color de la
espiritualidad.
En las danzas que presentan las nobles mujeres de
Tenango contemplamos el ropaje y los elementos
que lo acompañan; también notaremos la
relación que existe entre la mujer que lo porta y la
naturaleza a la que rinde tributo. No olvidemos que
lo grande se esconde en lo que podemos
considerar sencillo. Nuestra identidad radica en
reconocernos de esta tierra llena de riquezas
naturales, arte en su gente, sueños bordados con
hilos de colores, collares y coronas que rodean
nuestra razón y pensamientos: blusas bordadas de
cariño y sentimiento de donde emerge el calor de
la humanidad. Es por ello que no debemos olvidar
de cuál madre venimos todos, la que nos sostiene
en cada momento y en todo lugar. Cuando se
porta un traje de la noble mujer de Tenango es lo
que se debe recordar.
Figura 4. El simbolismo de los colores en el traje de la
mujer de Tenango. Fuente: fotografía de Diana Laura
González Rodríguez (2025).
Año 11 Núm. 32 mayo-agosto 2025